River empató 0-0 por cuarta vez consecutiva, pero alrededor de 52.000 hinchas brindaron un mensaje de entusiasmo pensando en la revancha del próximo miércoles contra Racing, por los octavos de final de la Libertadores. Además, tras los reclamos del club de Avellaneda por la mala inclusión de Zuculini, hubo varias estrofas dedicadas especialmente.
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Un nuevo empate sin goles dejó la tristeza lógica de ver cómo se sigue perdiendo terreno en la Superliga. River está invicto, pero no gana. Y genera preocupación la falta de gol, cuyo registro ascendió a 391 minutos de sequía. Pese a semejante racha negativa, inédita en el ciclo de Marcelo Gallardo, los hinchas mantienen intacta la ilusión de cara al compromiso de vuelta ante Racing, por un lugar en los cuartos de final de la Libertadores.
Cuando la gente vio que el 0-0 ante Argentinos Juniors se perfilaba para ser inexorable, surgió el pedido natural: “Que en la Copa, cueste lo que cueste, en la Copa tenemos que ganar”. Alrededor de 52.000 hinchas hicieron esa solicitud indispensable pensando en el próximo miércoles, cuando unas 66.000 almas vistan de rojo y blanco el Monumental para que haya un clima de fiesta, tal como sucede en las citas de carácter internacional.
Tras las horas agitadas que se vivieron entre el jueves y viernes por la mala inclusión de Bruno Zuculini entre los 18 elegidos para los siete partidos previos en la Libertadores, miles de simpatizantes del Millonario expresaron su rechazo luego de los reclamos que el club de Avellaneda realizó fuera de término y sabiendo que la institución de Núñez actuó de buena fe, avalada por un mail de la Conmebol: “Oooh, Racing, sos cag…”.
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Además, con el objetivo de mencionar a Racing en las tribunas, los hinchas emplearon un viejo hit que siempre estará lejos de ganar un premio Nobel de la paz: “La Academia, el Rojo y los bosteros, a todos los de River nos…”. Más allá de las melodías destinadas hacia el Cilindro, hubo un enorme respaldo para el equipo que dirige Marcelo Gallardo, apelando a las canciones habituales.
¿El momento de mayor efervescencia en el templo de Núñez? Sucedió a los 18 minutos del segundo tiempo, cuando hubo una adhesión gigante para entonar el contagioso “borrachooo, siempre voy descontrolado para ver al Millonario, para ver al tricampeón”. Aunque el empate causó rostros de frustración, las esperanzas permanecen altas de cara al próximo partido por un lugar entre los ocho mejores de América.
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