Más de 40.000 hinchas alentaron a River luego de celebrar una jornada tan especial. Pese a la euforia y el pedido previo al Superclásico, debido a que será el próximo partido como local en el torneo, la frustración por el 2-2 dejó un sentimiento de bronca.

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“River Plate, River Plate, River Plate, ponga huevo que no ha pasado nada, en el Día de la Madre te vinimos a alentar, feliz día para todas las mamás”. El infaltable hit para la ocasión sonó aunque el partido estaba 0-0 cuando iban 32 minutos del primer tiempo. Previamente hubo otra canción sin suficiente adhesión (“vieja, querida, me tenés que perdonar, en tu día junto a River voy a estar”), debido a que no logró ser interpretada fuera de la Sívori Alta. Como ya es habitual, los hinchas del Millonario saludaron a las madres desde el Monumental luego del almuerzo familiar.

Cristian Villagra, de pasado en River y titular en Atlético Tucumán, pasó totalmente inadvertido

El domingo soleado, con un clima que merodeó los 25 grados, fue una auténtica invitación a que mucha gente llegara sobre la hora al templo de Núñez, donde más de 40.000 simpatizantes alentaron a La Banda. El primer hit de la tarde fue al ritmo de Beso a beso, de la Mona Jiménez: “Millonario, hoy te vinimo’ a ver, Millonario, hoy no podés perder”. Después se le dio paso a otra melodía de épocas pasadas: “Yo paro en una banda, la más loca de Argentina”.

Aunque River no pudo abrir la cuenta en el primer tiempo, sacó dos goles de distancia al principio del complemento y provocó la euforia de la gente. “Todos los domingo’ a la tarde yo vengo a alentarte”, al estilo Japón 2015, sonó durante varios minutos. Luego surgieron “el que no salta abandonó” y “el día que me muera yo quiero mi cajón pintado rojo y blanco, como mi corazón”.

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Tras la emoción por el 2-0 parcial, llegó el momento de recordar que el 5 de noviembre se jugará el Superclásico. “Che, bostero, che, bostero, qué amargado se te ve, cada vez nos falta menos para volvernos a ver”. Sin embargo, ambos goles de Atlético Tucumán calmaron tanta locura. Entre aplausos, Ignacio Scocco ingresó para intentar que el Millonario nuevamente sacara ventaja mientras la exigencia era “para ser campeón, hoy hay que ganar”.

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El 2-2 final dejó cierta tristeza porque River dejó dos puntos en el camino y como local. Segundos antes del final, hubo dos motivos que causaron enojo: primero, Cristian Lucchetti demoró en exceso para sacar del arco, razón por la cual los hinchas se impacientaron. Después, Federico Beligoy no sancionó un penal sobre Ariel Rojas. De la madre del árbitro también se acordaron…

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