Antes de que finalice el primer tiempo, tras una jugada preparada de pelota parada, el público Millonario ovacionó a Gallardo halagando la intención del equipo. Cuando terminó el partido y con la victoria, el Monumental explotó en un fuerte y solo grito: “¡Muñeco, muñeco!”.
No es la primera vez, pero en la tarde del domingo tuvo un sentimiento especial. Por su condición de ídolo, Marcelo Gallardo fue ovacionado desde que regresó a Núñez. Sin embargo, la reacción que tuvo ayer el Monumental demostró que el aliento para el Muñeco venía con un condimento extra y con una necesidad irreparable de reconocerle su trabajo.
El momento fue lo que enmarcó el deseo del hincha. Minutos antes de que finalice el primer tiempo, el entrenador les ordenó a los jugadores que realicen una jugada preparada en una situación de pelota parada. Y tras dos toques, Teófilo Gutiérrez asistió a Carlos Sánchez cerrando, de mala manera, una situación de juego que, claramente, había sido trabajada en la semana.
Fue precisamente ahí cuando el público Millonario comenzó con la ovación. Luego, al finalizar los primeros 45 minutos y en su camino al vestuario, el entrenador se fue coreado por los simpatizantes. Sin embargo, el estruendo del Monumental llegó al final del partido.
Gallardo es el segundo entrenador de la historia de River que llega invicto a su partido 18 – Gallego, no perdió en sus primeros 37 partidos – y la racha sin perder del Millonario se estiró a 26 en este año. Por ello y porque el equipo gana, gusta y golea, respetando el paladar histórico, el estadio se vino abajo con el famoso: “¡Muñeco, muñeco!”.



