Marcelo Gallardo despierta todo tipo de sentimientos en los hinchas de River a la distancia y en cualquier parte del mundo, imagínense en los afortunados que pueden tenerlo a unos pocos centímetros e incluso tener la posibilidad de hablar con él e intercambiar algunas palabras. Porque siempre que puede, el Muñeco frena su auto o detiene su caminata para interactuar con la gente que más lo quiere. Él se debe a su público.

Eso pasó esta mañana en el River Camp. Como todos los días en los que el plantel entrena, el Muñeco llegó al predio de Ezeiza media hora antes con su camioneta. Al llegar al portón, se encontró con un grupo de hinchas del Más Grande que lo estaban esperando y explotaron de la alegría al verlo pasar. ¿Qué hizo el Míster? Frenó su camioneta, bajó la ventanilla y firmó las camisetas que las mujeres habían traido con ese fín.

Desesperadas por hacer que el Muñe pueda firmar todas las casacas antes de irse y en medio de la emoción por tenerlo cara a cara, las chicas estaban a los gritos y Gallardo, entrerisas y con una sonrisa en la cara, apeló a la serenidad desde el asiento del conductor. “Tranquilas, tranquilas, tranquilas ja”. Revolución total por el Míster en la puerta del River Camp.