Son incontables los casos de juveniles que debutaron en River y que, por distintas circunstancias, no lograron mantenerse con el tiempo y terminaron jugando lejos de Nuñez, en alguna liga exótica del extranjero o en el ascenso argentino. Uno de los casos es el de Luis Olivera, lateral izquierdo que supo debutar bajo el mando de Marcelo Gallardo allá por 2015.
El defensor hizo su estreno en un partido con Newell’s, donde River presentó un equipo plagado de suplentes, con tan solo 17 años, pero fue a fines de 2016 cuando Gallardo tuvo que recurrir a él de manera urgente para jugar como lateral izquierdo titular ante Boca en el superclásico que el Millo terminó perdiendo por 4-2 en diciembre de ese año.
A raíz de una lesión de Milton Casco, el Muñeco lo mandó a la cancha ante el rival de toda la vida y el pibe cumplió. Unos días después, repitió en el once inicial en la final de la Copa Argentina ante Rosario Central. Disputó un total de 10 partidos en la Primera del Más Grande y a mediados de 2017 dejó de ser considerado por el Míster.
Varios préstamos y presente en el ascenso: así le está yendo a Luis Olivera
Estuvo a préstamo en San Martín de San Juan y River de Uruguay (no jugó más de 15 partidos en cada uno) y en 2019 se fue libre a Atenas de Uruguay. Tras dos meses a préstamo en el Kansas City B del ascenso de Estados Unidos, Olivera decidió regresar al fútbol argentino para encarrilar su carrera: firmó en Fénix de la B Metropolitana en 2022.
Luego estuvo en Defensores Unidos de Zárate, Colegiales en la B Metro y el año pasado dio el salto a Alvarado, en la Primera Nacional. Si bien llegó a jugar 20 partidos, en enero de este 2024 decidió regresar a CADU, con el ascenso del equipo a la segunda categoría, y se transformó en titular indiscutido.
Ya lleva dos goles y dos asistencias en el actual campeonato con el equipo de Zárate: jugó 28 de 30 partidos posibles y es una fija dentro del once inicial (su equipo marcha 15° en la Zona B). Con tan solo 25 años, la carrera de Luisito Olivera está lejos de los grandes reflectores de River y en silencio buscará seguir asentándose y creciendo para, quien dice, en un futuro volver a verlo jugando en otro equipo de Primera.