Adalberto Román regresó a los entrenamientos de River. Quiere dejar atrás aquel fatídico partido con Belgrano que lo marcó con el hincha. Tiene todo el apoyo de Ramón.
¿Quién hubiera imaginado que Adalberto Román iba a regresar al Monumental tan pronto? Seguramente, muy pocos. Lo concreto es que Ramón lo pidió y el defensor paraguayo, quien ya tenía un pie en la Liga de Quito, volvió a la Argentina para sumarse al plantel.
Con el agravante de haber descendido también con el Palmeiras, club posterior a su paso por el Millonario, Román sabe que debe luchar por lograr la aprobación del hincha y, sobre todo, por recuperar su condición futbolística con la camiseta de River.
Ayer por la mañana viajó desde Asunción y, por la tarde, fue a gestionar la visa de trabajo en el país. “Tengo mucha confianza en que voy a poder revertir mi imagen. A mí me gustan los desafíos. Estoy tranquilo porque sé que lo puedo lograr”, aseguró.
Hoy River volvió a los entrenamientos ante una importante cantidad de socios. Y el paraguayo estuvo presente. Lejos de recibir reproches o insultos, abundaron las muestras de afecto. Y varios se atrevieron a solicitarle un autógrafo o a sacarse una foto con él. ¿Habrá reconciliación?
Román sabe que el regreso a Núñez recién ha comenzado. Tiene un largo camino por recorrer y un desafío muy grande: revertir la imagen de aquel fatídico partido ante Belgrano en Córdoba. Las lesiones de varios centrales le allanan el camino, pero la verdad estará en el verde césped. Hoy su mayor bastón se llama Ramón.



