El Millonario se reencontró con el triunfo, pero le costó y le volvió a faltar brillo. Fernando Cavenaghi se sacó la mufa en el segundo tanto, tras pase del Chori Domínguez, y ahora el equipo está a un punto de Instituto (rival de la próxima fecha), que tiene su partido pendiente.
Al igual que frente a Ferro, a River le costó. Al igual que contra Ferro, pero unos minutos antes, el Millonario encontró el gol que desahogó a todo un Monumental que estaba impaciente. Otra vez, los cambios le hicieron un guiño a Matías Almeyda, porque la apertura de marcador llegó desde los pies del Maestrico González, quien había ingresado pocos minutos antes.
También, el equipo supo jugar con los nervios de los jugadores de Huracán, generados por un espantoso arbitraje de Federico Beligoy, quien tuvo errores contundentes para los dos lados. Alexis Ferrero se fue antes de tiempo por una protesta vehemente y el equipo de Parque Patricios no inquietó a Daniel Vega en todo el segundo tiempo.
Sobre el final, y tras una salida rápida desde el fondo, el Chori Domínguez habilitó muy bien a Fernando Cavenaghi, quien definió al primer palo del arquero Calviño, para sacarse la bronca del penal errado frente a Atlanta y festejarlo junto con el 10, quien volvió a tener una noche con altibajos.
Ahora, el Millonario quedó a un punto de Instituto, que todavía debe jugar ante Atlanta, y la semana que viene visitará el Monumental, en lo que será el partido más importante del campeonato.



