A diferencia de lo que sufrió en San Salvador de Jujuy hace un mes como consecuencia de un arbitraje vergonzoso en beneficio de Boca, Olimpia esta vez padeció la enorme categoría del Millonario. Fue una goleada 5-1 en La Plata, donde el equipo de Núñez ganó, gustó y goleó.
Un amistoso, excepto que se trate del Superclásico, jamás despierta demasiada motivación ni expectativa. Siempre sirve para ensayar movimientos, fortalecer el funcionamiento o darle rodaje a quienes reúnen pocos minutos en la temporada. Esto último buscó Marcelo Gallardo en el denominado estadio Único. Allí tuvo éxito, debido a que en general los suplentes de River presentaron un rendimiento más que positivo para arrollar con un 5-1 contundente a buena parte de sus pares de Olimpia.
Tan sólo cinco minutos le bastaron al Más Grande para ponerse en ventaja. Un centro de Rodrigo Mora permitió que Iván Alonso, capitán en esta ocasión, cabeceara para el 1-0. River ejerció un protagonismo claro desde el principio, con circulación acertada del balón, siendo ancho y profundo. Le faltó mayor precisión en los metros finales, así como algo de decisión a la hora de aprovechar las falencias gigantes del fondo rival.
Pese a la tarea de Mora, más los movimientos acertados de Alonso y Larrondo, River no supo sacarle un rédito suficiente a su gran comienzo y, cuando iban 38 minutos del primer tiempo, sufrió la inesperada igualdad. Fredy Bareiro, también de cabeza, ganó sin problemas dentro del área chica después de un tiro de esquina desde la izquierda. Floja respuesta de Enrique Bologna, el de nivel más pobre para el Millonario, amén de un par de atajadas durante el complemento.
Sin embargo, River fue demoledor en la segunda etapa. Todos sus remates terminaron en gol. Ni siquiera uno desviado. En un lapso de 29 minutos marcó cuatro tantos para el 5-1 final. Un corner de Mora concluyó en gol en contra de Hernán Villalba, tras un anticipo de Gonzalo Montiel. Para no ser menos, el otro central -y figura- Lucas Martínez Quarta también fue abastecido por el uruguayo para aumentar la diferencia mediante un cabezazo. Denis Rodríguez, a través de un derechazo perfecto al ángulo superior izquierdo, señaló el 4-1 parcial. Así, en una ráfaga, el conjunto de Núñez liquidó la historia. Luego, el ingresado Lucas Alario, asistido por Ignacio Fernández, definió mano a mano para la cifra definitiva cuando los cambios se hicieron moneda corriente en el partido.
Con momentos de buen fútbol, juego asociado y la cuota indispensable de eficacia para resolver en los últimos metros, River ganó, gustó y goleó. Fuerte en todas las líneas, prolijo para manejar el balón e inteligente para ocupar los espacios, pasó por encima a Olimpia. Fue un robo, pero futbolístico, a diferencia de lo que el equipo paraguayo padeció el mes pasado en San Salvador de Jujuy frente a Boca. ¡Mirá qué distintos somos!
+ LOS GOLES: Reviví los tantos en La Plata.
+ GALLARDO: “Aprovecharon los minutos”.
+ FOTOS: Las imágenes del amistoso.
+ SÍNTESIS: Los datos del partido.