River logró una ventaja muy positiva. Fue superior a Cerro Porteño y, si bien podría haber conseguido algún gol más, obtuvo un 2-0 muy beneficiosopara afrontar la revancha del jueves 29 de agosto en Paraguay. Allí deberá sostener la diferencia o ampliarla para poder clasificarse a las semifinales de la Copa Libertadores.

El Más Grande manejó el ritmo del partido desde el principio hasta el final. Jamás pasó sobresaltos mayores. Los cuatro intentos de Cerro Porteño se fueron desviados, al punto tal de que Franco Armani solamente pudo intervenir para los saques de arco y un centro frontal. Esos datos reflejan la distancia futbolística que hubo esta noche en el estadio Monumental.

Cuando iban siete minutos del primer tiempo llegó la ventaja mediante un penal que Ignacio Fernández cambió por gol. La sanción llegó luego de que se revisara a través del VAR una infracción a Nicolás De La Cruz. El uruguayo se lució en el primer tiempo para aportarle aceleración y desequilibrio a los ataques de River. Matías Suárez tuvo la chance de estirar la diferencia, aunque chocó con una buena atajada de Juan Pablo Carrizo, más aplaudido que silbado en su vuelta a Núñez después de ocho años.

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Marcelo Gallardo sostuvo al once inicial de la goleada contra Racing e incluso repitió el esquema (4-1-3-2), pero esta vez puso a De La Cruz por derecha. La decisión estratégica sirvió para inquietar durante la etapa inicial. La segunda parte fue de menor intensidad en los ataques locales. Sin embargo, alcanzó para llegar al 2-0 definitivo porque Palacios fue derribado por JP Carrizo y Rafael Borré supo sacarle rédito a la pena máxima.

La voracidad de River chocó contra las interrupciones que causaron las faltas propias y rivales. Cerro Porteño se hizo fuerte para rechazar las pelotas paradas y apostó a lastimar por la vía aérea. La defensa del Millonario estuvo a la altura de las circunstancias. El Muñeco buscó el tercer tanto con el ingreso de Lucas Pratto y dos cambios sobre la hora. Fue insuficiente para hacer un gol más, pero el triunfo jamás corrió peligro y la ventaja terminó siendo muy positiva para presentarse dentro de una semana en La Olla.