Paso a paso. Así trabaja la cúpula de River en el día a día para lograr el objetivo que satisface a Marcelo Gallardo para los partidos de la copa de la Liga Profesional: poder hacer las veces de local en el predio de Ezeiza. Y cuando parecía que las chances de lograr esa meta ya se habían dilapidado porque la gente que maneja los derechos de la TV tenía una postura inflexible, muy de a poco el sol empieza a asomar en el River Camp.
¿Cuáles son los motivos para creer en un cambio de postura para que River juegue en Ezeiza? En primer lugar, la fructífera reunión que se dio en las últimas horas del viernes entre Rodolfo D’Onofrio y Claudio Tapia, presidente de la AFA. Allí el mandamás del Más Grande pudo avanzar en las charlas para expresar una por una las razones por las cuales el Más Grande debiera jugar en su predio.
Por el otro lado, luego de ese cónclave pareciera que además se flexibilizó la postura de los dueños de los derechos de la TV, a quienes en un primer momento les parecía absurda esta idea de River debido a que la estructura para televisar un partido no es la adecuada, y además el paisaje del predio no remite a un estadio de fútbol profesional a la hora de pensar en la imagen del producto que se mostrará en la pantalla. Pero ante esas trabas River también se movió rápido para presentar un proyecto integral donde aparecían nuevas obras en la cabina de transmisión y en la colocación de mangrullos para las cámaras, así como se mostraban trabajos de ploteo en los alrededores del campo de juego para quequedetotalmente remodelada la escenografía del lugary se encuentre a la altura de las circunstancias.
Se espera que entre martes y miércoles haya una definición concreta sobre este tema. En caso de darle el visto bueno a River, primero el lugar debe ser visitado y aprobado por la Comisión de Estadios, previo a la última autorización final que tiene que llegar por parte de la televisión. En caso que no se apruebe, hoy el escenario más firme para que juegue el equipo del Muñeco es el estadio de Huracán. Mientras tanto el Millonario convirtió la resignación en dosis de optimismo, y hoy el panorama es totalmente distinto y más alentador comparado al que había unos días atrás.
