Los hinchas de River fueron al Monumental para alentar al equipo y despedir al entrenador más ganador de la historia. Sin embargo, durante algún tramo de la primera etapa se vivió un momento de incertidumbre. Sobre todo aquellos simpatizantes que estaban ubicados en la Sivori Baja, la cabecera que está ubicada debajo de la actual popular local.
Iban pocos minutos del partido cuando el foco dejó de estar en el campo de juego y se trasladó a la tribuna que estaba detrás del arco ocupado por Gaspar Servio. Se produjo un movimiento por el cual algunos hinchas que estaban ubicados en la Sivori Baja terminaron en el sector inferior, que todavía no fue inaugurado en partidos oficiales (sólo fue ocupada en el recital de Guns N´ Roses). Allí intervino de inmediato la seguridad privada que estaba allí apostada, ante la sorpresa de la multitud.
¿Qué sucedió? Los días de partido se levanta un soporte de durlock para separar la actual Sivori Baja con la tribuna inferior. Como no se trata de una pared de concreto sino una división provisoria, la presión de los hinchas contra el borde de la platea generó que el material cediera y se derrumbara un sector, justo en el centro. Inmediatamente llegaron empleados del club para solucionar el inconveniente: se soldaron seis caños para reforzar y reforzaron la presencia de seguridad privada para que no hubiera una invasión al sector más bajo. No pasó a mayores.