Ni bien asomó su cabeza por la manga el estadio se vino abajo. Y así va a pasar durante mucho tiempo, no importa el contexto ni quien sea el jugador homenajeado. Marcelo Gallardo despierta todo tipo de sensaciones en los hinchas y en la previa de la despedida de Leo Ponzio había mucha expectativa en poder verlo con los pantalones cortos, tirando magia con Francescoli, Ortega y compañía.

Los hinchas y los propios invitados a la despedida del León se quedaron con las ganas de verlo al Míster con los botines sobre el verde césped: arrastra molestias en una de sus rodillas desde hace varias semanas y por las dudas decidió dejar pasar la chance de jugar para no lesionarse, aunque el dolor no le impidió acompañar a todos sus amigos y al León.

Estuvo en el banco de suplentes dando algunas indicaciones, riéndose con los jugadores del actual plantel y tuvo una reacción espectacular cuando Enzo Francescoli marcó un golazo tremendo, eludiendo a cuatro futbolistas con caño incluido y definiendo con mucha clase al segundo palo: se paró, sonrió con los ojos iluminados y no dejó de aplaudir la clase del uruguayo.