A lo largo de los años, los mercados de pases siempre fueron una invitación a la difusión de noticias falsas sobre posibles llegadas de jugadores y se prestan para las operaciones de algunos representantes buscando colocar a algún apellido fuerte en determinado club. En River sonaron una inmensa cantidad de apellidos que, obviamente, nunca llegaron a vestir el Manto Sagrado pero, entre tanto humo, hubo un volante español que estuvo cerca de arribar a Nuñez. Sí, podría ser una broma, pero es verdad. Pep Guardiola, uno de los entrenadores más prestigiosos del mundo en la actualidad, pudo haber jugado en River.

Corría el año 2005. En el mercado de junio, River había vendido a Javier Mascherano al Corinthians de Brasil y, sumado a la indefinición sobre la continudad o no en ese momento de Matías Almeyda, el entrenador Leonardo Astrada necesitaba un volante central para afrontar el siguiente semestre y Pep Guardiola, ex Barcelona que venía de jugar en Qatar y estaba al borde del retiro, fue ofrecido al Millonario por parte de su representante y allí la dirigencia, encabezada por José María Aguilar, inició los contactos.

"Sí es cierto el interés del club argentino por ficharlo. A Guardiola le interesa la idea y por eso ha dado su visto bueno. Conocé muy bien el fútbol argentino y allí encaja bien", expresó en su momento, José María Orotbig, agente del futbolista. Pero los días pasaron, no hubo avances y lo que parecía un pase bomba terminó quedando en una simple ilusión.

Varios años después, precisamente en 2013, Pep Guardiola, dirigiendo al Bayern Munich en ese entonces, vino a la Argentina y dio una charla en el Teatro Gran Rex donde tocó el tema de su frustrada llegada al Más Grande: "Hubo un acercamiento con River, pero yo estaba en las últimas. Acertaron, ja" deslizó, refiriéndose a que, en teoría, su arribo a Nuñez no se dio debido a que el Astrada le bajó el pulgar por su irregular presente futbolístico.