Qué lejos quedaron aquellos siete goles de Pablo Solari en solo 15 días, entre agosto y septiembre del año pasado. De un arranque explosivo con la camiseta de River a este presente cada vez más irregular y colmando la paciencia del hincha. El Pibe no atraviesa su mejor momento futbolístico y en la cancha se nota: dubitativo, errático e inconstante, sumado a jugar en una posición (la de extremo izquierdo) que lo incomoda y le quita margen de maniobra.

 

 

Tras ser suplente ante Banfield en Córdoba, Demichelis le devolvió la titularidad al ex Colo Colo anoche ante Arsenal y el resultado lejos estuvo de ser satisfactorio. Tuvo un flojo primer tiempo, en donde intentó acercarse a la pelota pero falló en la definición (un tiro de emboquillada que besó el segundo palo y luego algunos remates al cuerpo de un rival) y tampoco se comprometió con el retroceso, algo que terminó pagando caro Enzo Pérez y sobre todo Milton Casco.

 

Hay casi un consenso general en la gente de que es momento de que el extremo pase algunos partidos en el banco de suplentes, para acomodar la cabeza y volver a pelear para adueñarse de la titularidad. Lógicamente, la decisión final será de Demichelis, pero es fáctico que el delantero fue uno de los puntos más bajos de la dolorosa derrota con el equipo de Sarandí. Tiene talento y capacidad, por algo River lo incorporó, pero deberá barajar y dar de nuevo, desde lo mental y lo futbolístico, para recuperar su mejor versión.