Los hinchas de River casi que entraron en shock después de escuchar a Marcelo Gallardo en la última conferencia de prensa decir que Robert Rojas "había sufrido un contratiempo" en su recuperación de la fractura de tibia y peroné. Lo primero que se le vino a la cabeza a la mayoría fue un nuevo problema cardíaco, ya que el Sicario tuvo un espasmo coronario post operación en abril que por suerte no le dejó secuelas y fue controlado.

Rápidamente, River publicó un parte médico con más detalles sobre lo que le había pasado al paraguayo: aparecieron dolores inusuales en la zona de la cicatriz y se tomó la decisión de hacerlo pasar nuevamente por el quirófano para investigar qué fue lo que causó la inflamación a esta altura del partido, porque Rojas ya venía realizando trabajos de campo hace varios días.

La operación, a cargo del médico de River Pedro Hansing, tuvo lugar esta tarde en el Sanatorio La Trinidad de San Isidro y no presentó ningún contratiempo. Los médicos le removieron los tornillos que se habían puesto para cerrar la fractura de tibia y peroné y enviaron a analizar dichos materiales para constatar si fueron el causante de una posible infección. Rojas deberá estar por lo menos un mes mas sin jugar y su vuelta a las canchas dependerá de los resultados de los exámenes, que marcarán los pasos a seguir.

De hecho, Osvaldo Insfrán, médico de la Selección de Paraguay, fue bastante optimista respecto de la recuperación de Robert: "La fractura está consolidada, eso es muy positivo. Si sale todo bien, en 10 días podría volver al campo", dijo en diálogo con Radio La Red. Por lo pronto, el defensor pasará la noche en la clínica y mañana le darían el alta si no surge ningún imprevisto.