“¡Un minuto de sileeeeeeencio para Boca que está muerto!”. El cantito retumbó desde antes del inicio del partido en el Monumental. Una y mil veces. No podía ser de otra manera. El partido de esta noche era importante para llegar a la punta de la Superliga, pero en las tribunas se vivían también los coletazos de la clasificación a la final de la Copa Libertadores, ya que era el reencuentro entre el equipo y los hinchas que no pudieron estar presentes en la Bombonera.

Y así como se pidió un minuto de silencio también sonó bien fuerte el “cómo te duele la cola desde el 9 de diciembre” y el “el que no salta murió en Madrid”. Las dedicatorias para el “antiguo rival” (tal como lo bautizó Rafael Borré) estuvieron a la orden del día, incluso en una gran bandera negra que apareció en la Sívori Alta: “Te ganamos la más importante de la historia”, decía.

Infaltable: las caretas de oso también estuvieron presentes en el Monumental.

Infaltable: las caretas de oso también estuvieron presentes en el Monumental.

Otra vez hubo bengalas poniéndole color a las tribunas.

Otra vez hubo bengalas poniéndole color a las tribunas.

Las gastadas se vivieron hasta en la previa en las calles adonde había un petitorio para firmar y encontrar el paradero de Boca. Y también hubo lugar para la ilusión con ese grito de guerra que se escuchará hasta el próximo 23 de noviembre: “En Santiago de Chile vamos a ganar y la vuelta, y la vuelta vamo’ a dar”.