Carlos Sánchez reconoció que ve muy difícil la posibilidad de volver a vestir la camiseta de River Plate, por cómo quedó su relación con la dirigencia del Más Grande. Elogió a los hinchas, ponderó al Muñeco y admitió que tanto con Ramón Díaz como Enzo Francescoli no terminó de la mejor manera.

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Es imposible para los riverplatenses no llenarnos de nostalgia pensando en el año 2015, la Copa Libertadores que nos volvió a poner en la primera plana del fútbol mundial. Uno de los máximos protagonistas de aquel River fue Carlos Sánchez, y por eso cada vez que el uruguayo da una nota, es inevitable que el entrevistado no le pregunte sobre una posible vuelta al Millonario.

En diálogo con el programa de Directv Sports U ru guayo, el actual jugador de Monterrey fue lapidario: “No sé yo si tengo ganas de volver a River”. Y se lamentó: “No me fui enojado, no me fui de la mejor manera, no pude irme agradeciéndole a la gente en el Monumental, me hubiera gustado eso”.

Luego explicó a qué se debe su decisión: “Me quedó distancia con la dirigencia, eso me ata a no querer volver a River. A mí me dolió lo que hicieron los dirigentes. Cuando yo llegué (NdeR: al regresar de su préstamo en Puebla, año 2014), le hicieron contrato de tres años a todos los jugadores que llegaron, pero a mí me hicieron solamente de un año y medio. ¿Por qué a todos tres años y a mí uno y medio? No confiaron en mí cuando llegué después de Puebla en el 2014. Después que tuve un gran 2015 quisieron renovarme más años, ¿por qué no confiaron en mí antes? Fue como un año y media tipo a prueba, a mí eso me dolió”.

Con respecto a Francescoli, el mediocampista no dudó: “Yo con Enzo siempre me llevé muy bien, siempre era broma, mate por medio, iba a la concentración y tomábamos mate, pero a lo último no fue muy a favor mío Enzo. Eso lo sentí yo porque en ningún momento se puso en mi lugar, cuando me fui libre, lo sentí un poco aislado. Entiendo que es dirigente, pero eso fue lo que sentí. Yo esperaba otro respaldo, yo entiendo que él tiene que estar siempre tratando de resolver sus intereses por parte de River, pero lo sentí muy raro cuando me tuve que ir. Faltó una charla, pero no creo que se dé en el futuro“.

En cuanto a lo que significa vestir la camiseta del Millonario y el respaldo de la gente, Sánchez no escatimó en elogios: “Jugar en River es muy grande, levantás el arco y sale un hincha. Allá es terrible, a todos lados que vayas hay gente de River. Más cuando vas al Monumental, es muy lindo vivirlo. Estoy muy agradecido con el hincha. Me siguen mostrando su cariño, yo quiero mucho a la gente de River”.

Además, habló de su presente en México, donde arribó a principios del 2016: “Si me tengo que quedar en Monterrey más años, lo voy a hacer con gusto. Estoy muy cómodo”.

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+ Sobre Gallardo: “Me cambió para bien y me mostró lo que el quería de mí, y eso me dejó mucho más en claro que él pretendía algo de mí y que yo me pusiera bien físicamente, que volviera a ser el de antes. Me mostró videos de lo que yo era antes de llegar a River, y la verdad gracias a Dios salió todo muy bien. Con el Muñeco estoy bien, siempre se portó perfecto conmigo. Cuando me fui, no podía debutar porque no me mandaban el transfer. Yo llamaba a los dirigentes y no me contestaban. Llamé a Gallardo contándole el problema que tenía y me dijo: ‘Yo te lo soluciono’. Y así fue”.

+ Nicolás De La Cruz: “Es un privilegio donde está y se lo ha ganado él. Viene haciendo un trabajo muy bueno y el Sudamericano le sirvió para destaparse y poder confiar en él. Está en un lugar privilegiado que cualquier jugador quiere estar. Somos muy diferentes a nivel juego, él es más mitad de cancha para adelante, lo mío viene más de atrás. Me gustaría cumplir el deseo de jugar con Nico”.

+ Su ídolo: “Es (Thierry) Henry, me gustaba la rapidez que tenía, lo elijo en cualquier jueguito, mismo en la Play, Henry capitán, Henry tiro libre, siempre Henry. Lo tuve como máximo ídolo y me encantaba como jugaba”.

+ Ramón Díaz: “Me quedó muy mala sensación de Ramón. Para mí no fue buena la forma en la que me fui de River, él se portó mal porque nunca me dijo que quería que yo me vaya a préstamo. Me lo dijeron los dirigentes, de un día para el otro. Primero me había dicho que iba a traer un 8 para competir por el puesto, y que el que estuviera mejor iba a jugar. Yo lo acepté, hice la pretemporada y cuando llegó el momento de que tenía que irme, yo no entendía nada, si el DT me había dicho que me iba a utilizar, por eso nunca entendí. Hoy no tengo relación con él”

+ Cuando fue mejor jugador de América: “No va a haber otro año que supere lo que me pasó en el 2015, fue lo mejor que me pasó en la vida, un año inolvidable, increíble. Había arrancado en el 2014, ganando la Sudamericana, siendo citado a la Selección. La misma imagen que tengo yo del 2015, la hace hoy Paulinho, todo lo que toca es gol. A mí me pasaba eso, yo entraba al área, no sé cómo lo hacía, pero era gol. Fue muy lindo. Jamás me creí ser el mejor jugador de América, pensaba que era una locura que la gente estaba haciendo. Hasta mi señora votaba, ja ja, hacía cadenas para que todos voten. Después los periodistas determinaban quién era el mejor jugador. Fue algo muy lindo, pero nunca me creí el mejor de América”.

+ Su difícil infancia: “En un cumpleaños no tenía un regalo, en reyes teníamos un regalo grupal, una pelota para los 5 y cosas así. No llegar a la noche a tener un plato de cena era lo más difícil que pude vivir, era un vaso de leche, un pedazo de pan e ir a dormir. Yo me iba a probar a distintos clubes en bicicleta, y a la tarde repartía pan para poder ayudar en casa. Fue difícil el abandono de mi padre, me faltó eso cuando arranqué, que me acompañara a algún partido de baby, nunca tuve esa posibilidad de que alguien me vaya a ver. Como padre yo soy todo lo contrario de lo que fueron conmigo, trato de estar siempre con ellos, lo que yo hacía con mis amigos, lo hago con ellos, yo quería jugar con mi padre, ir a un campito a patear, ahora los llevo a los entrenamientos y trato de disfrutar esos momentos”.

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