¡Conocé la historia de este fanático que tiene este manto sagrado desde 1996 y sólo lo utiliza para las instancias decisivas! “Me la regalaron con esa cláusula: la puedo usar en las finales y no la puedo lavar”, le aseguró a LPM. ¡Alejen los lavarropas!
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En Mendoza hubo muchísima gente de River que fue a alentar al Millonario. Desde varios puntos del país, los fanáticos arribaron al Malvinas Argentinas con sus camisetas, sus cábalas y sus costumbres. Y no fue la excepción de este muchacho de Villa Insuperable, quien llevaba consigo una camiseta de River del año 1994 (la de Sanyo, casaca esa mítica del campeón invicto).
“Esta camiseta no se lava desde el ’96. Es una camiseta cabulera de finales, a las 12 de la noche la tengo que guardar hasta la próxima final. Me la regalaron con esa cláusula: la puedo usar en las finales y no la puedo lavar”, le aseguró el hincha a La Página Millonaria. ¿Insólito, no? ¡Pero qué cábla efectiva!
La particularidad de este manto sagrado, también, es que tiene dibujado el rostro del Príncipe Francéscoli. “Lo del Enzo lo hizo mi amigo que me regaló la camiseta en un asado. Es un dibujo, no es un estampado. No se puede lavar, la dejo un ratito colgando. En la final del Monumental en la Copa Libertadores 2015 se mojó un poquito y así está”, prosiguió nuestro amigo.
“Estuve en la final contra Central en Córdoba, en la final de la Libertadores, en la Sudamericana también estuvo”, aseguró. ¡Alejen los lavarropas y que esta camiseta esté en todas las finales que nos quedan por delante, che!
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