Entre las miles de virtudes destacadas de la era de Marcelo Gallardo como DT de River, una de las más sorprendentes ha sido su capacidad para saldar todo tipo de pagarés futbolísticos tanto a nivel local como internacional. Cada racha adversa ha sido superada tarde o temprano, y este miércoles ante San Pablo se presentará otro gran desafío para el Muñeco y sus soldados.

Es que el Más Grande nunca ha podido vencer en condición de local a equipos brasileños disputando la Copa Libertadores desde que Gallardo está sentado en el banco. Se han disputado 6encuentros en total, y el saldo negativo marca 4empates y 2 derrotas frente a conjuntos del país vecino.

Todo comenzó en los cuartos de final de la edición 2015, donde River después de superar a Boca se medía ante Cruzeiro, quien había sido su bestia negra a nivel internacional a lo largo de la historia. Y aquella noche en el Monumental el equipo de Belo Horizonte iba a profundizar esa superioridad en el historial, ya que triunfó por 1-0 en Buenos Aires. Luego el Millonario revirtiría de gran manera la serie con un 3-0 inolvidable en Brasil.

Un año más tarde llegaría el único antecedente contra el rival del próximo miércoles en cancha de Independiente. Fue 1-1 ante San Pablo por la fase de grupos, y el gol de River fue convertido por Thiago Mendes en contra. En el glorioso 2018 en primer turno tocó enfrentar a Flamengo, también en la fase inicial. Fue 0-0 en la última fecha, y eso permitió la clasificación a los octavos de final.

Mientras que en semifinales de aquel año llegaría el histórico mano a mano frente a Gremio, donde en el encuentro de ida el equipo de Porto Alegre se llevó la victoria del Monumental por la mínima diferencia, promediando el segundo tiempo.

Los últimos antecedentes se remontan al 2019. Por la última fecha de la fase de grupos fue empate 2-2 ante Internacional, que le permitió la clasificación a ambos equipos, y en octavos de final fue 0-0 en el partido de ida ante Cruzeiro, resultado que se repetiría en Brasil para que River se clasifique a cuartos gracias a los tiros desde el punto penal y a un Armani que fue figura.