Primero con fútbol y luego con el corazón en la mano, River aplastó a Boca en su propia cancha y puso el campeonato al rojo vivo. Triunfazo histórico del Más Grande para ir por el título. ¡Gracias por tantas alegrías!
El arranque del Superclásico fue accidentado, con la lesión de Milton Casco -ni foul cobró Loustau- antes del minuto. Pero River hizo lo suyo y, jugando al fútbol, pasó por encima a Boca.
Con una volea sensacional de Gonzalo Martínez y un tanto -cuándo no- de Lucas Alario, La Banda se puso rápidamente 2 a 0, ante un rival que no reaccionó ni supo cómo frenar los ataques del Más Grande.
Los de Marcelo Gallardo pudieron meter otro gol, pero perdonaron y en la última jugada de la primera parte -Loustau, siempre generoso, adicionó otro minuto vaya uno a saber por qué- Gago llegó al descuento con un tiro libre en el que Augusto Batalla volvió a fallar.
En el complemento llegó el momento de sufrir. River perdió precisión y presencia en ataque, Boca creció y estuvo muy cerca del empate en varias ocasiones. La más clara fue una escapada de Benedetto que Martínez Quarta sacó en la línea.
+ La salvada clave de Martínez Quarta:
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Sobre el final, Batalla se repuso y sacó un mano a mano clave. Y antes del desenlace llegó el éxtasis: escapada de Driussi, derechito al gol y a la gloria. Para que River disfrute. Y La Boca llore. ¡Y ahora vamos por el título!
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