El Estadio Monumental vive una noche soñada con la consagración de River en el torneo local. Los hinchas disfrutan en las tribunas, se abrazan, sacan fotos, graban videos porque el equipo de sus amores salió campeón del fútbol argentino después de un semeste durísimo, que tuvo de todo, pero que al final termina premiando a un gran grupo de futbolistas con uno de los títulos más deseados desde que Gallardo asumió en 2014. Y como era de esperarse, uno de los más ovacionados de la noche fue Leonardo Ponzio.

El emblema y capitán jugó de titular por las ausencias de Enzo Pérez y Zuculini, salió reemplazado en el segundo tiempo con el partido ya liquidado y todo el estadio se levantó para romperse las manos aplaudiendo al líder de este plantel, al jugador y sobre todo a la persona que mantiene la armonía en el vestuario desde hace siete años. A principios de año, Leo había dicho que este iba a ser su último año y en medio de los festejos casi que ratificó su decisión de colgar los botines.

 

"Estoy disfrutando este momento hermoso pero creo que llegó el final. ¿Hay chances de seguir jugando? En un sentido sí porque me siento bien, pero entiendo también que estos momentos llegan. Gracias a este grupo pude jugar tanto tiempo. Voy a seguir hasta fin de año porque tengo contrato hasta diciembre, ahora quiero vivir el momento, no puedo pedir más", declaró con ESPN, ya con la medalla de campeón en el pecho.