Uno de los planteles más inolvidables de la historia de River será el de 1986, y no solamente por haber sido el único en conseguir la Copa Intercontinental, sino además porque tenían una unión y una fortaleza increíble dentro y fuera de la cancha.

Pedro Troglio y Oscar Ruggeri formaron parte de aquella época, y juntos recordaron anécdotas increíbles y divertidas de ese equipo histórico. "Yo estaba recién operado de peritonitis, y los más experimentados del plantel en los entrenamientos me pegaban en la espalda. Después mi brigada de más jovenes del plantel íbamos y les dejábamos 'premios' en la cama", explicó a puras sonrisas Troglio en diálogo con 90 Minutos.

A lo que el Cabezón respondió: "Éramos los carapintadas, lo que le pegábamos a este pendejito, je. Después ellos nos dejaban cagadas en la cama o en los picaportes de la puerta, eran terribles. Si llegábamos vivos al partido era un milagro".

Y la charla entre las peleas terribles entre ambos bandos continuó a pura alegría: "Si nosotros los grandes nos separábamos y nos íbamos a caminar solos, los pibitos te agarraban y te cagaban a palos entre todos", marcó la cancha Ruggeri. Pero Pedro no se quedó atrás: "Venían todos encapuchados a las dos de la mañana y nos apuntaban en las camas con armas de verdad cuando estábamos durmiendo".

Finalmente contaron la historia de un famoso carnaval que hizo enojar al Bambino Veira, quien fue el DT de River en aquella época. "Llenamos bombitas de agua con coca y vino en la concentración y empezamos la guerra, hasta que la ligó un dirigente que estaba ahí con camisa blanca", expuso Troglio. Y el Cabezón la remató: "Al rato el bambino salió re caliente, todo platinado y bien vestido, nos retó y se fue de la concentración. Se fue de joda seguro esa noche, je".