Tras sufrir una sobrecarga muscular en el aductor derecho, el delantero volvió a entrenarse con normalidad después de tres semanas con tareas diferenciadas. Si bien la idea es llevar poco a poco, evoluciona.
No baja los brazos. Quiere triunfar en River y está dispuesto a lograrlo sí o sí. Por ahora, Marcelo Larrondo sabe que sigue en deuda, pero puede revertirlo si supera la barrera de los problemas físicos para darle lugar a la continuidad futbolística. A eso apunta de una buena vez por todas.
El viernes pasado, en el predio de Ezeiza, trabajó con pelota. Allí el delantero participó de un torneo de fútbol-tenis sin evidenciar ningún tipo de dolencia. Ayer definitivamente recibió el alta médica y hoy se movió a la par de sus compañeros en el estadio Monumental, donde formó parte de un ejercicio de definición.
Aunque causó un pequeño susto cuando quedó tendido luego de ir a disputar la pelota contra un rival en el cinco contra cinco que dispuso Marcelo Gallardo, Larrondo se mostró en buenas condiciones tanto para definir como en la recuperación del balón. El ensayo demandó intensidad y él estuvo a la altura de la exigencia. ¡Bienvenido sea!
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