En el fútbol existen jugadores particulares. Que por alguna circunstancia u otra se transforman en elegidos. En un momento sus caminos y los de River parecían alejados, pero volvió al club para pelearla y se ganó su lugar a puro fútbol y coraje.En otro momento se pensó que quizás no podía volver a entrar a una cancha, pero se repusoa puro corazón. Y ahora los caminos del fútbol le abren las puertas para poder jugar el partidomás importante de la historia. ¿Volverá a aparecer con todo su esplendor particular?
Es cierto que el uruguayo no viene teniendo ni la continuidad ni los rendimientos ideales en el semestre, pero las finales como la del sábado hacen quemar todo tipo de libros de análisis previos. Es levantarse ese día con todas las luces y entregar el alma. Y para esa clase deaspectos Rodrigo es mandado a hacer. Es el disfraz que él estaba esperando ponerse desde que arrancaron los mano a mano coperos.
Hasta el momento Mora sólo marcó en la actual Libertadoresen lo que fue el empate 2-2 en Brasil ante Flamengo, a fines de febrero y en el debut de River en el certamen. Peroes sabido que él y la copa tienen una historia de romance después de todo lo sucedido en el 2015, con aquellos goles decisivos que permitieron la cuota de oxígeno justa para clasificar.
La oportunidad casi que le cayó del cielo, y sabe que justamente es el cielo deportivo lo que está en juego el sábado a la tarde. Y a él se lo nota plenamente optimista, preparado y entusiasmado para afrontar lo que se venga. Subiendo mensajes esperanzadores y también divertidos en sus redes sociales, y contagiando de buenas energías a todos los que lo rodean. Porque así fue siempre su vida deportiva, y su manera de superar los desafíos y los obstáculos que tuvo por delante.
Nadie puede predecir el resultado de la final, pero si hay algo que es absolutamente predecible es que Mora dejará hasta la última gota de sudor para ayudar al equipo alevantar la cuarta Libertadores, y a tratar de emular una escena heróicapersonal como ya lo ha hecho tantas veces.