No fue uno de esos rendimientos repletos de luces y brillo, pero la actuación del delantero le sirvió a River para quedarse con el triunfo en un partido más que complejo ante Temperley.
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Hay presentaciones de River que exponen un estupendo abanico de argumentos favorables. Y también hay de las otras. Esas en las que se pelea más de lo que se juega, sobre todo en reductos de pequeñas dimensiones y ante rivales muy sacrificados.
Este último ejemplo se presentó en el estadio de Temperley, donde River no jugó para nada bien pero terminó llevándose una ajustada victoria por la mínima diferencia gracias a un gran remate de Ignacio Scocco desde la puerta del área.
El delantero, que arribó al Millonario en este último mercado de pases, no se destacó por su brillo. De hecho hasta desperdició un par de situaciones claras de gol. Sin embargo, fue el hombre más determinante gracias a un tanto en un momento en el que La Banda sufría y mucho.
Scocco recibió una descarga de Gonzalo Martínez, y, fiel a su instinto goleador, no dudó: miró el arco de Josué Ayala, aprovechó una cierre fallido de Williams Riveros y colocó el esférico, con mucha precisión, pegado al palo derecho del arquero del Gasolero. A cobrar.
El contexto de un River opaco no fue favorable para ningún elemento ofensivo, pero Scocco no bajó los brazos. Además de ser el autor del tanto determinante, peleó y se movió con peligrosidad por todo el frente de ataque. Con esas armas, le alcanzó para ser la figura del partido.
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