River ganó 3-0 sobre Atlético en Tucumán y se puso a tan sólo un punto de Boca. Así terminó el mes con un gran rendimiento futbolístico para ilusionarse de cara a la recta final del campeonato.

Marcelo Gallardo lo hizo de nuevo. Otra vez, al igual que en el segundo semestre del año 2014, generó una revolución futbolística en River. Esta vez es la Revolución de Mayo para el Millonario. Un auténtico golpe de efecto para realmente posicionarse como candidato a la vuelta olímpica nada menos que frente a su eterno rival, el que parecía tener todo resuelto cuando el conjunto de Núñez quedó 11 unidades abajo después de empatar ante Unión. Pero este River del Muñeco es capaz de cualquier hazaña y esta noche, luego de imponerse 3-0 ante Atlético Tucumán, ratificó que de ninguna manera le pesa la presión de luchar bien arriba.

La actuación de River en el Norte fue maravillosa. Si bien es cierto que estuvo cerca de recibir la igualdad parcial al principio de la segunda etapa, fue muy superior contra un gran rival como el Decano dirigido por Pablo Lavallén. Con voracidad ofensiva, rotación en ataque, precisión en velocidad, criterio para abrir la cancha e inteligencia a la hora de triangular, El Más Grande jugó como tal. Sacó una diferencia contundente y, pese a que tranquilamente podría haber recibido uno o dos goles, también es verdad que una cuota de mayor eficacia le hubiera dado cinco o seis gritos en territorio ajeno.

Tan sólo 41 segundos demoró River en abrir la cuenta ante Atlético Tucumán. Un Gonzalo Martínez de enorme nivel asistió a Jorge Moreira para que sacara un derechazo muy potente al primer palo. Los 20 minutos iniciales fueron impresionante, a través de una presión insoportable frente a la salida local, con la dosis justa de agresividad y lucidez una vez que el balón estaba en poder de cada jugador de rojo y blanco. Por muy poco no llegó el segundo, algo que permitió que el dueño de casa, después de sufrir, pudiera adaptarse al ritmo que propuso el equipo de Núñez, obligando a que su adversario rifara la pelota en reiteradas ocasiones.

Los volantes otra vez fueron determinantes para que el funcionamiento tuviera fluidez e hiciera sostener la estructura futbolística. Atrás, Lucas Martínez Quarta mostró un rendimiento muy positivo, mientras que Luciano Lollo elevó su performance. Augusto Batalla, muchas veces irregular, también respondió para negarle la igualdad transitoria a Leandro González. La respuesta de River, tras un tiro libre fortísimo de Lucas Alario -antes del descanso, le anularon un gol por offside inexistente-, fue mediante otro grito: el Pity asistió a Sebastián Driussi, aunque Ignacio Canuto simplificó todo y señaló un gol en contra. De ahí en adelante, fue una paliza de La Banda.

Martínez, luego de un gran pase del Pipa, anotó su merecido gol para estirar la diferencia. Aunque Atlético podría haber descontado, Batalla estuvo atento, así como los defensores cumplieron un trabajo eficiente. River jamás bajó los decibeles, continuó asfixiando al elenco tucumano y, en cada avance, amenazó con la cuarta conquista. Le faltó puntería en la definición y un poquito de precisión en el último pase. Pero no hacía falta para doblegar a un duro rival y llevarse las tres unidades. Así el Millonario se puso a un punto de Boca y, en caso de ganar contra San Lorenzo, será líder durante al menos unas horas. ¡Vamos por todo!

+ PUNTAJES: la calificación de cada jugador de River en el 3-0 sobre Atlético Tucumán

+ GALLARDO: “Nos dieron la posibilidad de pelear el campeonato”

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