Parece mentira que el DNI de Julián Álvarez solamente acuse 22 años con toda la carrera consagratoria que ya ha hecho en su corta vida. El delantero cordobés que es la sensación y la gran promesa del fútbol argentino desde un año a esta parte sigue acumulando prestigio a nivel nacional e internacional, y además cuenta con un privilegio increíble en su haber, que es haber dado vueltas olímpicas en tres estadios míticos para el fútbol mundial, como lo son el Santiago Bernabéu, el Maracaná y Wembley.
Todo comenzó el famoso 9 de diciembre del 2018 en la capital española, donde en la final histórica entre River y Boca no solo celebró post partido sino que además fue protagonista del encuentro. Julián salió como suplente, pero ingresó en el complemento e incluso fue partícipe en la jugada del gol de Quintero, donde limpió con un pase a Mayada antes del centro que recibió Juanfer para clavarla de zurda.
A mediados del 2021 llegó la consagración en pleno Brasil con la Selección Argentina en la Copa América. Si bien no participó de la final frente al conjunto local, la Araña ingresó en dos de los partidos del certamen y se sacó las ganas y el gran peso de encima de los 28 años que llevaba el equipo nacional sin poder connseguir un título.
Y finalmente este miércoles el oriundo de Calchín se dio el gusto de jugar algunos minutos en la Finalissima ante Italia que consagró nuevamente a Argentina en un título homologado por la FIFA, y en el que es consierado el estadio más representativo para la historia del fútbol como Wembley. Y hasta estuvo cerca de marcar un golazo espectacular desde mitad de cancha en su primera intervención en el partido. Parece mentira, pero es la verdad más hermosa para Julián Álvarez, que no para de crecer y de hacer historia pese a su juventud. ¡Grande, Araña que pica!
