Manchester City volvió a sumar de a tres en Champions League y tiene puntaje perfecto al cabo de dos jornadas. Nuevamente, Julián tuvo la chance de seguir mostrándose y jugó un rato largo en el segundo tiempo. Su equipo perdía 0-1, ingresó inmediatamente después del gol del Dortmund, y terminó ganando 2 a 1 con goles de Stones y Haaland. El aura de la Araña.

Pep Guardiola puso toda la carne al asador después del gol de Bellingham y casi que paró cuatro delanteros: Bernardo Silva por izquierda, Haaland por el centro, Julián a la derecha (reemplazó a Mahrez) y De Bruyne como un punta extra, también bien abierto aún más por la derecha. La Araña entró para tratar de agilizar los ataques. El partido pedía poco traslado, toques corto y hacia adelante y mucho compromiso para ir y volver, por eso el ex River pudo acoplarse rápido al ritmo de juego reinante.

Los Citizens, que le rodearon la manzana al Dortmund durante un largo rato, lograron empatarlo a falta de 10' para el final con un derechazo furibundo de John Stones desde afuera del área. Y unos minutos después, Haaland se inventó una pirueta fantástica en el área para darlo vuelta y poner el 2-1. Esta vez, Julián no logró influir demasiado en el juego, más alla de su intensidad y unos pocos toques (15, para ser precisos, con un 75% de efectividad en pases), y aún así casi marca el tercero del City, pero el arquero Meyer le tapó el remate entrando al área.

Fue el segundo partido para Julián en Champions League: sumó 20 minutos la semana pasada contra el Sevilla (le ahogaron el grito de gol sobre la hora) y hoy estuvo más de media hora en cancha, lo que marca que para Pep es un revulsivo cada vez más confiable. Antes sumaba rodaje de a puñados, ahora de a poco se va convirtiendo en uno de los primeros cambios.