Juan Fernando Quintero ya tiene un lugar en la historia grande de River, se lo ganó por su talento, su compromiso con el club y también por haber convertido uno de los goles más importantes en la historia del Más Grande. Van a pasar los años y nadie se va a olvidar del segundo gol de River a Boca en el Santiago Bernabéu en la final de la Copa Libertadores. Pero Juanfer cerró más de una boca, cuando llegó a Argentina en enero de 2018 se hablaba más de su amistad con Maluma, de su conducta –de la cual no se conocía prácticamente nada- se lo trataba de ser un jugador díscolo, se lo cuestionaba por su físico y durante su exitosa trayectoria en Núñez jamás se lo pudo criticar por algo extrafutbolistico.

El colombiano le concedió una entrevista a la periodista Julieta Argenta que compartió en su cuenta de Intagram (@juliargen) en la cual habló como nunca antes lo había hecho. Ante la consulta sobre las imágenes que le quedan de aquel 9 de diciembre de 2018, el talentoso volante respondió: “Realmente yo soy muy frío ante las situaciones, pero no puedo olvidar dos imágenes. Una fue con Nacho Scocco, porque habíamos tenido comentarios antes del partido, nos dijimos que íbamos y le dije que sí, que lo íbamos a hacer. Él confiaba mucho en mí, es una gran persona, lo quiero mucho, lo respeto mucho, lo admiro. Entonces cuando hace el gol el Pity yo salgo a correr antes de que él meta el gol y lo señalo a él (a Scocco). Lo señalo y empecé a gritarle: ‘Te dije, te dije que lo íbamos a ganar’. La otra imagen que tengo es con Carlos Scarpelli, el utilero, que bueno no pude contener las lágrimas y lloré y lloré, como un niño en sus hombros. Realmente todas las imágenes son demasiado bonitas, pero me quedo con esas dos, para mí son muy importantes y las voy a recordar siempre“.

La verdad tengo cuatro mujeres alrededor mío: mi abuela, mi esposa, mi hija, mi madre, son esas cuatro personas que a pesar de todo, con muchos altibajos, con muchos aspectos, que yo he estado solo muchas veces, me han bancado y me han bancado hasta el día de hoy. Son esas cuatro mujeres las personas más influyentes de mi vida y por las que más cosas siento. Mi abuela que en paz descanse, pero ellas otras tres se quedaron en esta Tierra y son las personas que valoro mucho en mi vida y a ellas les debo muchas cosas, porque soy lo que soy también por ellas. Por la crianza de mi madre y por el hombre que me volví al lado de mi esposa y el padre que soy hoy en día por mi hija, por ese sentimiento que tengo, que no lo puedo explicar. Son los tres motores de mi carrera, los de cada día: mi carrera se debió mucho a ellas, también“, sostuvo a corazón abierto el colombiano respecto a la influencia femenina en su vida.

Ante la consulta del significado que tiene formar parte de la historia de un club tan grande como River, Juanfer dijo: “Yo nunca me imaginé representar o tener la historia que tengo hoy día en el fútbol, jugando para River en un clásico contra el rival de toda la vida. Fue histórico para mí y también significó representar los sueños de mi barrio, de mis amigos, de los que hoy ya no están, de los que siempre me apoyaron, los que me dieron una moral siempre”. Y en relación a sus orígenes en una zona humilde de Medellín, con mucho orgullo Quintero agregó: “Eso es lo que soy yo, por todo ese tipo de sueños desde niño y por las personas con las que crecí, por eso se lo dedico a todas esas personas, para decirles que no dejen de soñar. Que todos sus sueños se pueden hacer realidad con constancia, con trabajo, con dedicación. Creer siempre en uno y en lo que uno puede hacer, creo que esa es la clave”.

“Quién es Juan Fernando, je. Es la personalidad más diferente a lo que es Juan Fernando Quintero en el campo. Quizás Juan Fernando Quintero en el campo es atrevido, con personalidad, con carácter, pero fuera del campo es una persona muy ermitaña, muy cerrado, quizás pasaría de antipático o despectivo, pero no: soy demasiado tímido.
No tengo como mucho diálogo con las personas, pero con muy pocas personas soy realmente abierto. Es mi personalidad, mas no quiere decir que sea una mala persona, eso no tendría nada que ver con Quintero. Soy un soñador, fui un soñador siempre y siempre hice mis sueños realidad, no creas que el de la final -contra Boca- no fue soñado, simplemente lo soñé y lo materialicé. Esto es historia y nada lo va a quitar: aporté un granito de arena al fútbol“, señaló el autor del segundo gol en el Bernabéu al ser consultado respecto a su personalidad y su forma de ser dentro y fuera de la cancha.

Sin dudas que su partido consagratorio fue el 9 de diciembre contra Boca en el Bernabéu, pero el encuentro para el colombiano comenzó semanas antes y así lo explicó: “Yo hice un trabajo mental, quince días antes. Yo escribía en mi espejo ahí, cuando me levantaba todas las mañanas y escribía que iba a ganarle a Boca, la verdad fue un trabajo demasiado fuerte, fue una visualización y un enfoque grandísimo. No veíamos televisión, no prendíamos nada, nada, porque sabíamos de lo que se hablaba en el clásico“.

“Yo soy una persona que los partidos más difíciles se los disfruta, creo que soy un privilegiado de estar en esos partidos y como que esa es mi mentalidad. Es como que me sale natural, la verdad es que es así. Es disfrutarlos, pero con una responsabilidad grandísima, yo sabía realmente la dimensión de ese partido, de ese clásico. Cuando entré íbamos perdiendo, empezamos a jugar bien y el equipo empezó a coger el balón, a adueñarse del partido. Un instinto me decía que íbamos a ganar, yo lo sentía, que íbamos a pasar por encima de ellos, pero no fue fácil, la verdad no lo puedo negar. Y ahí pudimos, pues, mostrar lo que veníamos haciendo y con el trabajo que se había enfocado todo el año”, narró Juanfer en referencia al duelo más importante de la historia de River.