River vivió una noche de fiesta en un Estadio Monumental que estuvo colmado para ver al campeón y despedir a Leo Ponzio, pero la alegría no fue completa porque nuevamente hubo incidentes en los ingresos al estadio. Al igual que pasó contra Racing, socios del Más Grande denunciaron que fueron maltratados por las fuerzas de seguridad en la previa del choque contra Defensa y Justicia

 

En la jornada de la consagración contra La Academia fueron muchos los hinchas que se quedaron afuera del encuentro con la entrada habilitada en sus carnets de River ID. Lamentablemente, este domingo se repitió la escena porque hubo corridas, represión e incidentes en los accesos

Según el relato de socios damnificados que consultó La Página Millonaria, los problemas comenzaron alrederor de las 21 horas. Cuando faltaban más de 30 minutos para el inicio del partido, la policía hacía retenes que no avanzan ni se abrían. Sobre Figueroa Alcorta, en la entrada a la tribuna San Martín, no dejaban pasar a los socios que tenían su carnet listo para ingresar. Ante la impaciencia por la cercanía del pitazo inicial, comenzaron a haber empujones y los efectivos empezaran a reprimir sin importar que había chicos o mujeres en las filas.  

Algo similar pasó en los accesos a la Belgrano Alta sobre Udaondo según lo que narró Gastón Iglesias, socio y abonado. A las 20.45 ya había problemas y la situación se tornó más espesa conforme avanzaban los minutos. "En el primer control que está en la iglesia, había mucha gente. Algo que daba a entender que avanzaban muy poco y cada rato largo", comenzó el hincha que finalmente se tuvo que quedar sin ver el partido. 

"En un momento abrieron el primer control de la Iglesia, habrán avanzado unas 30/40 personas y volvieron a cortar. Habían pasado fácil 30 minutos. A 15 metros estaba el segundo control. Pasaron otros 15 minutos, con el grito de gol de Enzo Fernández en el medio. La gente celebró, pero fue la gota que rebalsó el vaso: empezaron los empujones, la gente de seguridad no logró retenernos y se vieron obligados a correrse. Debímos correr todos para no ser aplastados, aunque muchos caímos y de ahí los raspones míos", siguió sobre los incidentes que le provocaron una herida. 

Gastón logró pasar el control, pero todavía faltaba la peor parte. "Segundo control, segundo desmadre. Los efectivos de la Policía de La Ciudad comenzaron a avanzar y nos cercaron. Con muy mala manera como siempre, sin comprensión de la situación hacia las personas mayores, niños o inválidos", sostuvo. 

"La situación empeoró gracias a que se sumaron más efectivos e hicieron un cordón extraño, literalmente rodeando a las poco más de 50 personas que quedábamos y de a poco nos amontonaban. Los efectivos armaron un pasillo muy angosto para que pasemos de a uno, lento y con malos tratos. Llegaron a tirar gas lacrimógeno al aire, la gente horrorizada corría", indicó sobre una situación que se hizo insostenible y que lo hizo tomar la decisión de voler a su casa del Barrio River. 

"Mucha desazón por escuchar los gritos de gol desde casa y por no haber podido despedirme de Leo Ponzio y quizá, esperemos que no, del Muñeco Gallardo", concluyó en un testimonio de una experiencia que lamentablemente se repitió en los últimos dos partidos del Millonario en condición de local. 

Otros simpatizantes denunciaron que los molinetes volvieron a fallar y eso ocasionó parte de las demoras. El sistema tiraba "acceso denegado" a hinchas con la cuota y Tu Lugar en el Monumental al día, provocando que la policía los saque sin entrar en razones. Incluso algunos se metieron "de prepo" porque la seguridad les negaba el ingreso. 

En el segundo partido con el aforo al 100% después de las restricciones por la pandemia y al igual que ante Racing, los hinchas volvieron a vivir experiencias desagradables. Las problemas de los controles, la gente que acude al estadio sin entrada y el maltato policial fueron moneda común en los últimos dos partidos del Más Grande.