River sufrió su segunda expulsión en la Copa Diego Maradona y ambas tuvieron sus similitudes: las dos fueron cuando el equipo ganaba por diferencia de dos goles y a falta de pocos minutos para que termine el partido. La primera fue la de Jorge Carrascal ante Banfield por la cuarta fecha de la Zona 3 y la segunda la de Paulo Díaz ante Huracán por la segunda fecha de la Zona Campeonato. La del colombiano había sido roja directa y la del chileno fue doble amarilla.
“No fue insulto, me protesta en la que le saca por debajo de la pierna y después le di la chance que se arrepienta, pero no me insultó” esas fueron las palabras que le dijo Germán Delfino a Marcelo Gallardo cuando el partido finalizó. El entrenador del Más Grande se acercó al árbitro con buen tono para consultarle si Díaz lo había insultado y el hombre de negro le respondió que no. Inmediatamente el Muñeco vio la cámara de la transmisión oficial y no pidió que se aleje. Una vez que estaba camino al túnel siguieron hablando respecto a la jugada y el juez insistió en que no hubo un insulto, pero sí una protesta.
La primera tarjeta amarilla que sufrió Paulo Díaz fue completamente injusta, ya que Delfino cobró penal por una supuesta patada –después de un rechazo- de Paulo Díaz sobre la cara de Norberto Briasco, pero en ningún momento hay contacto del pie del zaguero de River con el volante ofensivo de Huracán, que exageró la acción y simuló un golpe inexistente. Delfino compró, cobró penal y amonestó al futbolista del Millonario.