El Muñeco se transformó en la primera persona de River en consagrarse campeón como jugador y técnico en el máximo certamen continental. Así, entró definitivamente en la lista de principales ídolos del Millonario.
Es el primero en lograrlo. Ojalá que no sea el único en un futuro. Marcelo Gallardo escribió una nueva página dorada en la historia del Más Grande, aunque también lo hizo en lo personal porque consiguió lo que ninguna gloria pudo hacer desde que en la década del ’60 existe la Copa Libertadores de América.
Dos gigantes como Ángel Labruna y Ramón Díaz no pudieron. El Feo se quedó con las ganas, mientras que el Pelado obtuvo el título en 1996, pero como entrenador. En su etapa de futbolista, le resultó imposible. Ni siquiera Leonardo Astrada, el jugador de mayor cantidad de vueltas olímpicas, incluida la gesta de hace 19 años, alcanzó el éxito en su lugar de DT, semifinalista dos veces.
Gallardo sí se dio el gusto. Entró ante América de Cali, aquel 26 de junio de 1996. Hoy, suspendido para ir al banco de suplentes, observó el partido desde un palco y celebró junto a sus dirigidos al término del encuentro frente a Tigres. El Muñeco fue clave. Y quedó en la historia grande con la exclusividad de haber conquistado América dentro y fuera del campo de juego.