El llamado de Marcelo Gallardo siempre fue muy valioso y más aún cuando de ese lado del teléfono se escuchaban palabras que te hacían temblar de la felicidad. A lo largo de sus ocho años en River, al Muñeco siempre le gustó tener contacto directo con los jugadores que iba a buscar en los mercados de pases para saber si tenían verdaderas ganas de ponerse el Manto Sagrado. Los escuchaba, intercambiaba sentimientos con ellos, les endulzaba el oído y a partir de ahí avanzaba (o no) con las gestiones.

Mercado de pases veraniego en 2018, River venía de un golpazo tremendo como lo fue la eliminación en la Libertadores de 2017, D'Alessandro se iba del club y el Muñeco necesitaba traer sí o sí un enganche para cubrir el hueco que dejaba el Cabezón. ¿El elegido? Lucas Zelarayán, quien ya había mostrado sus credenciales en Belgrano de Córdoba y por ese entonces la estaba rompiendo en Tigres de México. Gallardo pidió expresamente por él y su posible llegada fue una de las novelas en ese receso.

Los mexicanos pidieron demasiado dinero y el Millonario terminó desistiendo de la operación, por eso poco tiempo después se dio el arribo de un desconocido Juan Fernando Quintero a préstamo desde el Porto. El Nalgón arribó como una apuesta luego de la negativa de Tigres para largar a Zelarayán. Casi cinco años después de ese episodio, el Chino, actualmente en el Columbus Crew de la Major League Soccer con 30 años, reconoció que estuvo cerca de venir a Nuñez y admitió que las ganas de aceptar el desafío eran enormes.

"Fue en enero de 2018, yo estaba en Tigres y era complicado el tema entre clubes. Yo ya había dado el sí, yo quería ir, estaba alternando con Eduardo Vargas en el equipo y quería probar. Lamentablemente no se terminó dando", reveló el talentoso volante ofensivo en diálogo con el programa Paren La Mano. Todos nos quedamos de verte con la banda roja Chino, qué lástima...