A tan sólo cinco días del debut contra Quilmes, por la primera fecha del Torneo de Transición 2016, el técnico hizo mucho hincapié en los trabajos para perfeccionar la distribución y el control de la pelota.

La obsesión de Marcelo Gallardo es tener un plantel altamente equipo competitivo para nuevamente dar batalla en todos los frentes. Desea que sus dirigidos lleguen de la mejor manera posible al partido del próximo domingo, desde las 19, frente al Cervecero. Por eso dispuso diversos ejercicios durante la soleada tarde de hoy, en el Monumental.

Luego de la entrada en calor, el plantel trabajó largo y tendido con el balón. Todavía sin la presencia de Iván Alonso, que se sometió a la revisión médica en la clínica Rossi, los jugadores comenzaron a moverse detrás del arco de la tribuna Sívori. Más de media hora duró el ejercicio dividido en cuatro grupos que se dedicaron a dar pases cortos, a uno o dos toques.

Al término de esa tarea, hubo tres conjuntos en el campo de juego, que luce en buen estado. Tres parejas de futbolistas realizaron cambios de frente, mientras que otro hizo trabajos de precisión con seis pequeños obstáculos de por medio y el restante ensayó triangulaciones sobre la banda izquierda. ¿Los demás ? Fútbol-tenis, cerca de la puerta maratón. Es que la misión, entre tantos aspectos, es tener un equipo muy preciso y con herramientas para reducir el margen de error.

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