“Hacía mucho calor y había humedad, los jugadores lo sintieron. Arrancamos perdiendo temprano y después nos acomodamos al final del primer tiempo. En el segundo tiempo no entramos en ningún sobresalto y fue diferente, nos plantamos y vino el gol. A partir de ahí pasamos a dominar el partido”. Con ese poder de síntesis, Marcelo Gallardo explicó el empate de River ante Cerro Porteño en La Nueva Ollapara clasificar a la semifinal de la Copa Libertadores.

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Más allá de hablar del próximo rival en el certamen internacional (Boca), Napoleón también tuvo tiempo para reconocer a sus futbolistas. Los mismos se sobrepusieron a episodios externos como elocurrido con Nicolás De La Cruz el día anterior al encuentro. “Pasamos por un momento incómodo, pero una vez más quiero remarcar la fortaleza anímica y mental de este grupo de jugadores, de los dirigentes y del cuerpo técnico. Cuando pasan estas cosas queda confiar en lo que somos nosotros y no desenfocarnos. Sabíamos que el clima iba a ser adverso, pero no que se iba a armar semejante circo. También quiero resaltar la actitud de De La Cruz, que mostró solidez. Tiene el premio de haber convertido el gol de la clasificación. Fue una revancha extrafutbolística si se puede decir“, exoresó el Muñeco.

Más allá de haber logrado el objetivo en Paraguay, Gallardo no se olvidó de la plancha de Haedo Valdez hacia Exequiel Palacios en la que Bascuñán optó sólo por sacarle amarilla al paraguayo: “Va con la pierna levantada y es una clara plancha, no sé cuál es la evaluación del árbitro. Para mí era expulsión, pero ya está, ya pasó”.