La pandemia modificó profundamente distintos hábitos cotidianos, de trabajo y económicos. Como consecuencia del coronavirus, el fútbol no está exento de problemas financieros y dificultades inéditas durante las últimas décadas. El calendario está en jaque, los torneos corren riesgo de culminar antes que lo previsto y los clubes deberán hacer una ingeniería para cumplir con distintas obligaciones sin hipotecar activos ni puestos laborales.

Con la premisa de que los campeonatos locales pueden retomar la actividad en algún momento, de acuerdo a la situación sanitaria de cada país, la FIFA dispuso que los contratos de los jugadores se extiendan automáticamente hasta el final de las respectivas competencias. Para ponerlo en un ejemplo claro: si la AFA resuelve que la Copa Superliga continúe, aquellos jugadores que tienen vínculo hasta el 30 de junio deberán permanecer en las instituciones mientras siga el certamen en cuestión.

Además, el máximo organismo del fútbol mundial prevé una modificación en los plazos correspondientes al mercado de pases. ¿Qué significa esto? En lugar de tener el 31 de agosto como fecha de cierre para transferir jugadores, habrá flexibilidad con el propósito de permitir que nadie pierda la posibilidad de conseguir equipo ni se altere el orden que hasta entonces regía a nivel mundial. ¿Hasta cuándo? No hubo una propuesta puntual desde Zurich.

Otro punto en el que hizo hincapié la FIFA está relacionado a la necesidad de que los clubes y jugadores se pongan de acuerdo en la importancia de extremar medidas económicas que permitan sostener la sustentabilidad de cada institución. Es decir que estén garantizados los pagos, pero con la chance de hacer reducciones salariales hasta que se normalicen las condiciones, sabiendo que las cadenas de pago penden de un hilo en distintos casos.

Vencimiento e inicio de los contratos de jugadores:
Los contratos normalmente concluyen al final de la temporada y la fecha de finalización de la temporada coincide con la de vencimiento del contrato. Con la suspensión de las actividades futbolísticas en la mayoría de los países, es obvio que la temporada actual no terminará en la fecha prevista. Por tanto, se propone que los contratos se amplíen hasta el momento en el que realmente termine la temporada. Esta medida se corresponde con la intención original de las partes al firmar el contrato y contribuirá a preservar la integridad y la estabilidad del deporte.

Un principio similar se aplica a los contratos cuyo inicio estaba previsto para el principio de la próxima temporada: su entrada en vigor se pospondrá hasta el inicio real de la misma.

Contratos de empleo en el fútbol que no puedan cumplirse:
Como es evidente, la pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto sobre los ingresos de los clubes, entre otros motivos, por la imposibilidad de disputar partidos. El fútbol, como otros sectores de la economía, tiene que encontrar soluciones justas y equitativas para hacer frente a estas circunstancias y, a ser posible, proteger los puestos de trabajo y lograr un equilibrio justo y razonable entre los intereses de jugadores y clubes.

Por tanto, la FIFA recomienda encarecidamente a estos dos colectivos que colaboren para llegar a acuerdos y encontrar soluciones durante el periodo de suspensión de la actividad futbolística.

Aunque encontrar soluciones adecuadas a las circunstancias de cada país corresponde, en primera instancia, a las partes pertinentes en el ámbito nacional, la FIFA recomienda que se tengan en cuenta por igual todos los aspectos de cada situación, incluidas las medidas gubernamentales en apoyo de clubes y jugadores, la posibilidad de aplazar o reducir los pagos y las posibles coberturas de los seguros.

Si las partes no logran llegar a un acuerdo y, como consecuencia, los casos se trasladan a la FIFA, se examinarán los siguientes factores:

la existencia de un intento genuino por parte del club de llegar a un acuerdo con los jugadores;
la situación económica del club;
la proporcionalidad de las adaptaciones a los contratos de los jugadores;
los ingresos netos de los jugadores después de adaptar los contratos, y
el trato igualitario a los jugadores.
De esta manera, la FIFA espera que se puedan encontrar soluciones que sean justas y equitativas para ambas partes.

Periodos de inscripción:
Respecto a los periodos de inscripción, una vez más, es necesario adaptar la situación regulatoria normal a las circunstancias objetivas actuales. Por este motivo, la FIFA será flexible y permitirá el aplazamiento de las ventanas de transferencias para que se emplacen entre el final de la temporada actual y el inicio de la próxima.

A su vez, la FIFA intentará garantizar, siempre que sea posible, que exista un nivel de coordinación general, y tendrá presente la necesidad de proteger la regularidad, la integridad y el buen funcionamiento de las competiciones a fin de que los resultados deportivos no se vean alterados de manera injusta.