Que haya un cambio de arqueros durante los 90 minutos es de lo más inusual que puede pasar en un partido de fútbol por los porotos. Puede ocurrir que por la expulsión de un arquero, tenga que ingresar el suplente pero con la previa salida de un jugador de campo, pero que la modificación sea puesto por puesto solo ocurre en situaciones excepcionales y ayer en Chaco se vivió una.

 

Franco Armani terminó con una molestia el primer tiempo y por eso Gallardo, para no exponerlo pensando en que se viene el superclásico, decidió cambiarlo en el descanso para que al complemento salte directamente Ezequiel Centurión. El oriundo de Cipolletti, que regresó a principios de año de Estudiantes de Buenos Aires, se calzó el buzo naranja con el número 33, defendió el arco Millonario en el segundo tiempo y respondió a la altura de las circunstancias.

Una de las atajadas de Centurión a Gabriel Alanis en el segundo tiempo.

Una de las atajadas de Centurión a Gabriel Alanis en el segundo tiempo.

Fue su cuarto partido oficial bajo los tres palos del Más Grande y sus números son asombrosos: atajó cada uno de los 10 remates que recibió en sus últimos tres partidos, es decir, una efectividad del 100%. Le patearon dos veces ante Colo Colo en mayo (4-0), cuatro veces contra Defensa y Justicia en junio (0-0) y otras cuatro veces anoche en Chaco. En todas respondió igual: despejando o conteniendo los remates para evitar que su valla caiga. Grata aparición otra vez. Hay arquero en el futuro, no quedan dudas...