"Si no tuviera espíritu, hoy no estaría jugando. Es bueno que él lo tenga y es bueno para el resto de los futbolistas. Para mí, más allá de que no tenga participación futbolística, va a ser fundamental. A mí me dio muchísimo y nos va a seguir dando hasta que se retire. Eso es buenísimo y me da satisfacción, es lo que yo alimento permanentemente". La mejor carta de presentación para lo que significa Leonardo Ponzio para el plantel la entregó Gallardo en conferencia de prensa.

Porque Leo es así. Espíritu en su máxima potencia. Liderazgo absoluto, independientemente que esté o no presente adentro de la cancha. Ejemplo para los más jovenes en el día a día. Contagio total. Experiencia y miles de horas de rodaje en partidos trascendentales, marcando el camino de la presencia, la responsabilidad y la disciplina.

En los años 2013 y comienzos del 2014, Leo pasó por una época en la que le tocaba jugar aún menos que ahora. Y siempre la postura fue la misma. Perfil bajo. Cero polémicas en los micrófonos. Trabajo a morir en cada entrenamiento. Y apoyo incondicional hacia el que jugaba en su lugar. Ya tenía actitud de un líder de primera línea.

"Voy a pelearla para volver a ser titular, pero lo más importante siempre es que los que jueguen lo hagan de la mejor manera por el bien del equipo", manifestó Leo una vez finalizado el partido ante Tigre. Demostrando que su chip competidor sigue latente, y justamente en un partido donde se lo vio rodeado de pibes adentro de la cancha, llenos de talento. Y lejos de tomarlo como un aspecto que lo aleja de su vigencia, él lo tomó como algo fundamental ver a tantos jovenes, porque el futuro del club encabeza su agenda personal.

Porque queda de manifiesto que al otro día que se retire, Ponzio se levantará de la cama y seguirá ligado a River desde algún costado. Porque ya toma al club como su segunda casa. Porque ya conoce cada rincón de los pasillos como si hubiera nacido acá. Y porque toda la gloria cosechada lo convierten en un referente inmortal.

Es que mientras corra una gota de todo el espíritu y el legado que ha dejado Ponzio para la historia reciente de River, habrá más posibilidades que sigamos por el camino de los éxitos y las alegrías.