La Página Millonaria te cuenta de manera sencilla por qué este tipo de torneo genera tanta expectativa entre los dirigentes de River y los demás clubes grandes.
A partir de agosto habrá una transformación fuerte para el fútbol argentino. Si todo sale como creen los presidentes de los diferentes equipos, más allá de las divisiones puertas adentro en la AFA, existirá un importante salto económico para sanear las finanzas e impulsar una competencia de mayor nivel. Es que la Superliga en sí representa un modelo con mayores ingresos económicos por los derechos de televisión.
El dinero se repartirá así: 10% para la AFA, 10% a la B Nacional, 40% a distribuir entre los clubes de Primera y el 40% restante por una suma de méritos
Para empezar, la Superliga tendrá que ser aprobada en el Comité Ejecutivo de la AFA e incluirse en un Estatuto. Es indispensable porque tanto el Tribunal de Disciplina como la administración y hasta la designación de árbitros dependen del ente ubicado en la calle Viamonte, pleno centro porteño. Si no hay ningún tipo de problemas, teniendo en cuenta que ayer recibió el visto bueno en una diálogo formal, será presentada el 21 de junio.
Mientras tanto, debe haber un inversor que esté dispuesto a pagar una cifra de dinero considerablemente a la que abona Fútbol Para Todos, a través del Estado. Turner, una empresa norteamericana, picó en punta para desembolsar cientos de millones de pesos. El monto será dividido así: 10% para la AFA, 10% a repartir en la B Nacional, 40% entre los clubes de Primera y el 40% restante en una escala de méritos compuesto por la campaña deportiva, la cantidad de socio y el rating televisivo.
Por ejemplo, para entender en qué afecta a la economía de River es fundamental apelar a un ejemplo contundente: apenas el 6% de los ingresos anuales de la institución son en concepto de derechos de TV. Con la Superliga, ese porcentaje se incrementará. Así, como lo explicó Rodolfo D’Onofrio, el fútbol argentino no sólo debería mejorar en la economía de cada entidad, sino también en el armado de los planteles para impedir que haya una brecha de edad grande a raíz de la falta de recursos para retener a los jugadores.
Con respecto a lo netamente competitivo, en la temporada 2016/17 (al estilo europeo, clave para que cada libro de pases esté en sintonía temporal), a desarrollarse entre agosto próximo y mayo del año que viene, habrá 30 equipos. Pero cuatro de ellos descenderán y tan sólo dos conjuntos lograrán el ascenso para que poco a poco se reduzca el número de participante hasta llegar a 20 clubes. No está definido si será mediante tabla de promedios o bajarán los últimos del certamen.
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