Todo jugador que pasó por la peor etapa de la historia del club quedó con el trauma de aquellos años oscuros que terminaron con el lamentable descenso de categoría. Uno de los referentes de aquel equipo fue Juan Pablo Carrizo, quien recordó con mucho dolor todo lo vivido y confesó que su intención primaria fue quedarse luego de la tragedia deportiva, pero que no pudo hacerlo por un acuerdo contractual.

 

“Después del descenso, quise quedarme a pelearla pero no pude por el contrato con la Lazio. Me vi obligado a dejar la imagen de que me importó un carajo todo, y no fue así. Me tuve que ir después del quilombo, en momentos que no eran buenos”, confesó Carrizo en declaraciones a Milenium Sports.

De todas maneras, el santafecino de 34 años recalcó que jamás sufrió maltrato por parte de los simpatizantes del Más Grande. “Nunca tuve malas experiencias con hinchas de River en la calle. River me marcó, ahí nació mi carrera. No tengo reclamos, ni en los peores momentos”, destacó el arquero que actualmente juega la Libertadores en Cerro Porteño.

Además, remarcó que no le sorprende el repunte futbolístico que realizó el Millo después de todo lo ocurrido en el 2011. “River necesitó tocar fondo y le quedó una sola dirección, hacia arriba. No dudaba de que iba a estar así. Hay gente muy capacitada en el club, que quiere a la institución”, reflexionó.

 

Por último, manifestó que con el paso del tiempo se sintió avergonzado por algunas decisiones que tomaba adentro de la cancha y que provocaban la irritación de muchos hinchas. “Cambiaría el abuso de la gambeta, se decía que era para burlar al rival, pero yo lo hacía desde siempre. Como recurso. Después entendí a lo que sometía al equipo. Muchas veces giraba y confrontaba con el público. Ahora me acuerdo y me da vergüenza”.