La locura y devoción que provocan Marcelo Gallardo y sus dirigidos en la gente de River verdaderamente emociona. Los fanáticos se las ingenian para poder ver de cerca a sus ídolos y brindarle un cálido apoyo en cada lugar donde va el plantel, a lo largo y a lo ancho del país.

Esta noche, cerca de las 19.30 horas, alrededor de 1.000 hinchas estuvieron esperando con ansias la llegada del micro del Millonario al hotel Sheraton Córdoba. Pasadas las 21 horas, y luego del sonar de unas sirenas, el ómnibus de La Banda se llevó la sorpresa más hermosa: un marco sensacional de riverplatenses saltando y gritando con bombos, bengalas, banderas, inflables rojos y blancas e incluso pasacalles para recibir al campeón de América.

“Bienvenidos, campeones. Córdoba, junto a River”, decía uno de los carteles, mientras que otros contaban con gastadas a Boca luego de la final que le ganó en Madrid el 9 de diciembre pasado. ¿La reacción del plantel? Expresiones de alegría, buen semblante y una gran energía positiva conducida por Marcelo Gallardo, el primero en bajar del micro y de esperar por la salida del resto de sus jugadores al mismo tiempo que era ensordecedor el “River, mi buen amigo”.

Así es la atmósfera en la que convive River, un mundo en donde la alegría por haber ganado la final más importante de la historia no se termina. Y todo se debe a esta gran comunión entre hinchas y jugadores, quienes este sábado desde las 20 horas se unirán en el estadio Mario Alberto Kempes para intentar sellar la clasificación a la Copa Libertadores del próximo año.