Siempre me pasa lo mismo. ‘Estoy tranquilo, no me voy a hacer mala sangre por un partidito de verano’. Obviamente que siempre quiero que gane River. Siempre. Hasta en la Play. Pero me pasa muy seguido caer en ese falso preámbulo en las horas previas a un amistoso de pretemporada. ‘Ojalá ganemos, pero bueno, lo importante viene después’. Toda esa falacia que suelo parafrasear en la víspera del friendly game, queda en la nada cuando River juega horrible.
Y ahí ya no me importa si el rival es Independiente Santa Fe, América de Cali o Motagua. ‘Mirá lo que hace la defensa por el amor de Dios’, ‘Pateemos UNA vez al arco’. La metamorfosis del nomeimportanada al quierodarlovueltayganarporgoleada.
Por supuesto que ayer pasé por esa situación en el amistoso que perdimos 2 a 1 en Miami. Estaba tranquilo, feliz porque River volvía a jugar luego de mucho tiempo y sin duda que -repito- quería que el Millonario ganara, pero no estaba nervioso. Hasta que me di cuenta que iban 30 minutos y ya perdíamos 2 a 0.
Y la defensa hacía agua. No pasábamos la mitad de cancha, las piernas de nuestros jugadores parecían pesar toneladas y ese tal Anderson Plata parecía Neymar. Me calmé un poco en la segunda mitad. Hasta empecé a imaginar la clase de charla que les debe haber dado Gallardo en el entretiempo. River salió a jugar los segundos 45 minutos de otra manera. Básicamente River salió a jugar. Las cosas pueden salir mal (de hecho, así fue, perdimos) pero la actitud no se negocia. River sigue siendo River tanto en los partidos amistosos como en los oficiales.
Todavía no debutaron Armani y Pratto, pero mi incertidumbre ayer pasó por otro lado. ¿No necesitamos un refuerzo en el fondo? Anoto a Martínez Quarta en esa lista si quiero ser bueno, pero considero que no vendría mal una competencia sana para Montiel. Si el pibe no juega, no hay un reemplazante natural para ese puesto (de hecho él tampoco es lateral derecho), más allá de Moreira, actualmente lesionado. Es cierto que Mayada puede hacer ese trabajo también, pero me quedó la sensación de que hay que hacer una incorporación en la defensa. Ni hablar si se va Maidana.
¿Y si falta Ponzio? Releo esta pregunta y me pongo a llorar. Caído ¿O no? Lo de Musto, el equipo de Gallardo exige un mediocampista central de categoría para relevar al León en caso su ausencia. Una roja, acumulación de amarillas o una lesión y El Más Grande se queda sin su capitán y sin un reemplazo de nivel.
Una vez finalizado quise quedarme ‘con lo bueno’:
– Qué lindo fue ver a Martínez Quarta otra vez jugando un partido con La Banda.
– Reapareció Mayada también, nuestro comodín jugador todoterreno que tanto extrañamos el semestre pasado.
– Debutó Rollheiser, un pibe con los pergaminos del ADN River. Ojalá se convierta en una de esas apariciones de mitad de cancha para arriba de las que estábamos acostumbrados tiempo atrás, pero que ahora no pasan hace mucho (¿Acaso fue Driussi la última positiva?)
– Scocco la sigue metiendo. Qué tranquilidad ver que Nacho sigue siendo el del 2017.
El domingo River tendrá otra prueba de verano. Será el momento de enfrentar a Boca en Mar del Plata y para ese partido ya tengo algo bien claro. Esta vez no voy a estar tranquilo, porque cuando es un Superclásico, no es un amistoso.
+ RIVER VS. SANTA FE: el análisis.
+ PUNTAJES: la calificación de cada jugador de River ante Independiente Santa Fe
+ SÍNTESIS: todos los datos y estadísticas del partido
+ LOS GOLES: reviví cada tanto de River 1- Independiente Santa Fe 2
+ GRAN APOYO: River fue local en Estados Unidos