Parece mentira que a menos de un año de aquel partido histórico,River y Boca vuelvan a verse las caras en una nueva edición de la Copa Libertadores. Revancha no es, claro está, ya que en esta ocasión se cruzarán en una semifinal.
Sin embargo,es necesario y hasta estadístico recordar aquella tarde del 9 de diciembre de 2018 (o noche, si nos situamos en Madrid)en la que los de Gallardo alcanzaron la gloria eterna frente al equipo de Guillermo Barros Schelotto (a quien le costó el cargo perder con el Millo).
Basta con recordar los goles de Lucas Pratto(allí, en el Bernabéu, inauguró el Modo Oso),Juan Fernando Quintero y la corrida demencial del Pity Martínezpara un 3-1 que todavía sigue festejándose en el mundo River. De hecho, continuará celebrándose aún más allá de lo que ocurra en la semifinal de turno.
Y sí,este es el antecedente de un cruce que mantendrá alerta a todo el mundo del fútbol. En el que se definió un torneo,el que no tendrá desquite (al menos) este año. En el que River tocó el cielo con las manos ante los ojos del mundo.