A lo largo de su extensa historia, los equipos de River siempre estuvieron formados por grandes delanteros de distintos estilos cada uno: algunos más goleadores, otros de más técnica, algunos más líricos. Todos, obviamente, con el único objetivo de marcar goles con la camiseta roja y blanca. En ese recuento de gritos sagrados, hay goles mucho más lindos que otros, como los que se hacen de taco, un sello del cual pocos pueden presumir ser especialistas.

Fernando Cavenaghi es uno de los exponentes de este gesto a la hora de definir. Cavegol siempre fue un delantero práctico y muchas veces, cuando la jugada se lo pedía, no le tenía miedo a ensayar el taco. Por ejemplo, durante su última etapa en River marcó dos veces de esa manera: ante Racing en el Monumental en 2014, partido que terminó ganando el Más Grande 3 a 1 con el penal atajado de Chichizola, y también frente a Banfield en 2015. 

Hay tacos lindos, tacos no tan lindos y también tacos que no resaltan por la belleza sino por la importancia en si del gol, por ejemplo, para ganar un clásico. En el Apertura 2006, River le ganó con categoría a Boca por 3 a 1 en el Estadio Monumental y el primer gol de la tarde fue de Gonzalo Higuaín de taco, para provocar el delirio de todos los Millonarios presentes aquella tarde. Luego el Pipa marcaría el segundo y Esteban "Tecla" Farías el tercero.

Y después hay muchos más goles del mismo estilo: Nacho Fernández a Melgar, Cavenaghi a Gimnasia de Jujuy, Juan Cruz Kaprof al Sevilla, Juan Pablo Ángel a Belgrano, entre otros. Un gesto técnico único que embellece los goles que se gritan a lo largo del fútbol mundial.