Pese a las intensas lluvias, el viento y el frío que hubo en el predio de Ezeiza, los jugadores se entrenaron durante la tarde. Aquellos que no fueron titulares hicieron fútbol en espacios reducidos.
Los goles mandan. Cada decisión en las áreas resulta decisiva. También es clave manejar los tiempos en el medio campo. Hay un sinfín de acciones que tienen injerencia en un partido, pero a todos esos aspectos del juego hay que prepararlos para reducir el margen de error. No existen fórmulas mágicas, aunque sí mucho tiempo de trabajo, fundamental para que el camino hacia el éxito sea más amigable. Por eso Marcelo Gallardo de ninguna manera se detiene, pese a la lluvia, el frío y el viento que transformaron la tarde de Ezeiza en un rival más para los jugadores, quienes hicieron fútbol reducido.
A excepción de aquellos que fueron titulares ayer el triunfo 3-0 sobre Racing, los futbolistas tuvieron actividad en la cancha número 1 del predio. El ensayo consistió en un siete contra siete, incluyendo la presencia de Gonzalo Martínez, recuperado de una molestia física. El Pity formó parte de la práctica con total normalidad. De hecho, Camilo Mayafa fue el único protagonista que se movió de forma diferenciada.
Además de los suplentes y quienes no llegaban en óptimas condiciones a la revancha, hubo lugar para que algunos chicos de la Reserva pudieran sumar roce con el plantel profesional, tal es el caso de los marcadores centrales Kevin Sibille y David Martínez.
El próximo entrenamiento de River será este viernes por la tarde en el estadio Monumental. Una vez concluida la jornada de trabajo, un grupo de jugadores quedará concentrado en el club pensando en el compromiso del sábado que viene contra San Lorenzo, a las 20 horas, en el Nuevo Gasómetro.
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