La caída de River en octavos de final frente a Vélez no solo tiene un impacto futbolístico para el club, sino también económico. Por lo hecho en los 180 minutos, se justifica que el Fortín haya avanzado de fase porque el Millonario, más allá de buenos pasajes sobre todo en el segundo partido, no tuvo el volumen de juego que todos le conocemos ni la inteligencia para aprovechar cada llegada al area rival y capitalizar las situaciones de gol. Y para colmo, el VAR lo perjudicó, formando un combo letal.

Por haber jugado la fase de grupos, River ya se había asegurado 3.600.000 dólares (600 mil por cada partido) y también 1.500.000 por pasar a octavos. Si hubiera logrado el pasaje a los cuartos de final, se aseguraba dos millones de dólares mas, un millón por cada partido. Y si seguís mirando el dinero que estaba en juego más adelante, la eliminación duele aún más: 2.400.000 por las semifinales y 16.000.000 por la final. Un golpe a la tesorería, sin lugar a dudas, porque River siempre proyecta su economía con la Copa Libertadores, no sin ella.

Con la noticia de que Luis Suárez no vendrá al Millonario, ahora la dirigencia estará 100% abocada a poder destrabar la llegada de Miguel Borja, que implicará una importante inversión en dólares. Casi 7 millones y una ingeniería que todavía no está clara cómo será. El Banco Central restringió el giro de la moneda estadounidense al exterior y por restas horas, la cúpula dirigencial analiza cómo terminar de darle forma a la operación para que el club salga lo "menos lastimado" posible económicamente.