River no puede romper el cero a cero en Paraguay ante Independiente Santa Fe y, para colmo, generó pocas chances y no pudo concretar ninguna. El Millonario sigue pagando la falta de efectividad, el tiempo empieza a pasar en el segundo tiempo y Marcelo Gallardo se fastidió cuando su equipo desperdició una de las chances.

El Muñeco revoleó al piso el vaso de café que estaba tomando luego de que River armase una buena jugada colectiva que, tras un centro preciso de José Paradela, Rollheiser no pudo finalizar. Al delantero le rebotó la pelota en los pies y se fue por la línea de fondo de Santa Fe para despertar el enojo del Muñeco.