El fútbol es mucho más que 22 jugadores corriendo atrás de una pelota, como suele decirse de manera despectiva. Detrás de un club, un partido, una camiseta o un escudo hay hinchas, personas, valores y sueños que anhelan ser cumplidos. Para muchos el fútbol es un escape a los problemas, es algo infaltable en la vida, es el momento en el que todo está bien, es disfrutar, alentar y sentir la pasión de apoyar al equipo del cuál sos fanático. Por eso es emocionante cuando los jugadores profesionales le cumplen los sueños a los pequeños hinchas, que tan solo quieren una foto o un autógrafo que les quedará de recuerdo para toda la vida.

En River estos gestos son moneda corriente y el protagonista esta semana fue Emanuel Mammana, surgido en el Millonario y con un gran sentido de pertenencia. El defensor, que regresó al club en el último mercado de pases, cuenta con un predio de canchas de fútbol en la localidad de Merlo, donde nació, que llevan el nombre de Mammana Fútbol Club. Allí hay una escuela de fútbol para niños de diferentes edades y esta semana fue a probarse, entre tantos otros, Thiago Fredes, un niño de 7 años que es fanático del Más Grande y vive en General Las Heras, un pueblo a 67 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.

Rodrigo Fredes y Marianela Crespo, padres de Thiago,le contaron al medioRiver El Más Grande que casi deciden no asistir a la prueba con su pequeño por las dificultades para llegar hasta Merlo y porque Thiago no tenía botines para practicar. Finalmente, el deseo de su hijo de patear una pelota fue más fuerte e hicieron el esfuerzo para llegar hasta el predio de Mammana. De hecho, Thiago hizo la prueba en zapatillas y sin canilleras.

Mammana, Rodrigo Fredes (papá de Thiago) y el pequeño Thiago. (Foto: @RiverRMG).

Mammana, Rodrigo Fredes (papá de Thiago) y el pequeño Thiago. (Foto: @RiverRMG).

El hermoso gesto de Mammana

El defensor de River estuvo viendo las pruebas atentamente y se encontró con la familia de Thiago, con un dato que no hay que pasar por alto: Rodrigo Fredes, papá de Thiago, se probó con Mammana en River cuando eran jóvenes y ambos quedaron, aunque luego Rodrigo se alejó del club de Nuñez por problemas personales pero de ninguna manera iba a dejar que su hijo no continuara con esa pasión.

Mammana lo reconoció a Rodrigo, se quedó charlando con él y luego se sumaron la mamá de Thiago y el propio pequeño, con quien se sacó fotos, le firmó la camiseta y además le dio la noticia más linda de su semana: había pasado la prueba y “siendo uno de los jugadores más destacados”, por lo que esta emotiva historia seguramente va a tener más capítulos.