Nelson Cuevas tuvo dos etapas en River: jugó entre 1999 y 2003; y entre 2004 y 2005. Y en ambos períodos logró consagrarse campeón en cinco oportunidades: conquistó los torneos locales del Apertura1999, Clausura 2000, Clausura 2002, Clausura 2003 y Clausura 2004.

Sin dudas, uno de los momentos más recordados que protagonizó Pipino con el manto sagrado fue el día en que le convirtió un gol a Racing para que River se acercara al título en el Clausura 2002. Pero, ¿qué ocurrió la semana previa a aquel encuentro? Creer o reventar, la madre del paraguayo presionó a Ramón Díaz, entonces entrenador del Más Grande.

En una entrevista que le concedió a Fox Sports, el exdelantero recordó:“Llegué al departamento y mi madre me dice ‘¿estás concentrado?’. ‘No, no estoy concentrado’, le dije. ‘¿Y por qué no vas a concentrar? Si yo te alimento bien, estás bien físicamente y estás entrenando bien. ¿Y por qué no te pone Ramón?’. ‘Y no me pone Ramón, me dejó en el freezer’, le dije. ‘Esperame acá’, me dijo”.

“Agarró su cartera y encaró para el Monumental. Encaró a Ramón. Y vos sabés que Ramón es tímido, pero se escapó. Y le decía ‘Ramón tenés que ponerlo a mi hijo, mirame, mi hijo te va a salvar. Acordate de mí'”, agregó Cuevas.

En principio, al riojano no lo inquietó el reclamo de la madre de Pipino. Sin embargo, y de manera inesperada, cambió de parecer:“Tal es así que un viernes, Ramón no me concentró. Peroel sábado a la mañana mientras hacía intermitentes con Damián Álvarez, Costanzo, Guillermo Pereyra y otros que quedamos afuera,Ramón estaba en la mitad de cancha, con una pelota y pensativo. Y me dice’Vos, Paragua, vení, vení'”. Me fui volando y me dice: ‘Traé la ropa de la concentración. Dale, volá, volá nene, volá'”.

¿Cuál fue la reacción de Ña Tora? El paraguayo relató:“Volví a mi casa y mi mamá estaba cocinando. Me dijo ‘¿qué te dije? Te va a poner, te tiene que poner'”. Me sumo a la concentración y me enteré que estaba en el banco de suplentes. Entró D’Alessandro, Cavenaghi porque no podían jugar Esnáider, Ortega… Hubo un montón de factores que hicieronque no hubiera delanteros. Entonces sólo quedaba Pipino, ja. Comienza el partido contra Racing, lo expulsan a Comizzo, convertí el gol. Imagínense la euforia en el vestuario…”

¡Grande, Pipino! ¡Y grande Ña Tora!

Pipino Cuevas junto a su madre Ña Tora.

Pipino Cuevas junto a su madre Ña Tora.