El fútbol argentino, finalmente, parece haberse activado y la vuelta a los entrenamientos comienza a tomar forma, incluso ya se empieza a especular respecto a una fecha de regreso. Las fechas de la Copa Libertadores y Sudamericana es una presión extra para no llegar con menos ritmo que los demás clubes del continente.

El lunes 3 de agosto asoma como el día en el que los clubes, en principio los de Primera División y Primera Nacional solamente, pongan en marcha la actividad con sus respectivos protocolos. Justamente, este martes se dio el primer paso en busca de la vuelta: desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) le mandaron al Ministerio de Salud el protocolo para la vuelta a las prácticas. El segundo paso es que las autoridades de salud de la Nación aprueben las normas propuestas desde AFA, algo que se espera pueda suceder entre el viernes y el lunes. Una vez que el protocolo tenga el visto bueno, se pasará al tercer paso: las instituciones tendrán un par de semanas para poner en orden sus instalaciones y, además, realizar los testeos correspondientes.

El protocolo se centra en tres grandes ejes: “Higiene y distanciamiento en los entrenamientos”, “Testeos y seguimiento” y “Precauciones en los desplazamientos y las instalaciones”. En el primer ítem, por caso, recomienda que no haya más de seis futbolistas o árbitros durante una sesión de entrenamiento en la misma cancha, que ellos sean los únicos exceptuados en el uso del tapaboca en el área de práctica, evitar ofrecer refrigerios a los participantes y que cada futbolista lleve su propia hidratación; además de las recomendaciones inherentes a toda la población (lavado de manos, distanciamiento social, desinfección).

En cuanto a los tests, las pruebas serán públicas y realizadas “por personal independiente de la entidad, competente y previamente capacitado”; es decir, no estarán a cargo del cuerpo médico de cada club. En el cónclave se hizo hincapié en los traslados “puerta a puerta” de los jugadores y trabajadores de los clubes desde sus hogares a las instalaciones, sin pasar por el transporte público. Serán las instituciones las que deben encargarse de proveerles un medio si no poseen vehículo propio.